Hilda Charlton fue una maestra espiritual, bailarina  y sanadora.  Nació en Londres y vivió en los Estados Unidos desde los cuatro años.  Creció en Salt Lake City, Utah y en Los Angeles California.  Comenzó sus presentaciones como bailarina  de danza moderna a los dieciocho años y por dos décadas bailó y dio clases de danza en California.  De 1947 a 1950, Hilda hizo giras de danza en La India y Ceilán,  donde permaneció 15 años más estudiando el misticismo oriental y la meditación.  Fue guiada por grandes líderes espirituales como Sri Nityananda en Ganeshpuri y Sri Mahadevananda en Bombay.

A su regreso a América en 1965,  Hilda se estableció en la Ciudad de New York, donde vivió el resto de su vida.  Los que la conocieron, recién llegada a la ciudad, pidieron sus enseñanzas. A través de los años sus clases fueron  creciendo en número de las cinco personas que comenzaron, entre los que se encontraba Lionel, a más de mil.  Las reuniones fueron cambiando de ubicación, de su departamento a departamentos más amplios de estudiantes,  al auditorio de la Escuela de San Lucas en Greenwhich Village.  A partir de 1976  las reuniones se establecieron en la Catedral de St. John the Divine en la parte oeste de Manhattan donde se estuvieron llevando a cabo hasta el 27 de enero de 1988 dos días antes de que dejara su cuerpo - 29 de enero de 1988.

Sus enseñanzas incorporaban los fundamentos principales de las grandes religiones de la tierra. Principalmente puntualizaban la importancia de una vida de servicio al prójimo, de perdón y de amor incondicional en la constante conciencia de Dios.

Las pláticas de Hilda incluían mordaces historias de su vida cotidiana, guía para la meditación y la oración y exámenes de experiencias místicas. Su estilo estaba calificado por su humor, por lo práctico y por una profunda mirada interior a la mente y el espíritu de los humanos.

 Sus enseñanzas tuvieron un efecto muy profundo en las vidas de los que lograron estar en su presencia. Alcohólicos y drogadictos cambiaron sus hábitos, prostitutas dejaron las calles y los afligidos con serias enfermedades reportaban con frecuencia sus mejoras y sus curas.

Si desea puede ver la página en inglés www.hildacharlton.com