Hasta los infiernos por el Cielo
La autobiografía de Hilda Charlton
Prólogo
Sentada aquí a la orilla del sagrado Río Ganges en la India, con mis pies sumergidos en el agua helada, oigo la corriente del agua que crea el eterno sonido del Om y me pregunto, “Dios mío, ¿qué podré hacer cuando regrese a América?¿Qué haré?” Recuerdos de mi viaje a la India dieciocho años atrás pasan por los ojos de mi mente: veo a mi madre parada en el muelle diciéndome adiós con su pañuelo y haciéndose cada vez más y más pequeña al irse alejando el barco. Bien sabía yo que nunca la volvería ver y sabía que ella, instintivamente, se daba cuenta de lo mismo. Continuamos despidiéndonos hasta que nos perdimos de vista. ¡Qué vida tan maravillosa la mía! No la cambiaría ni por un momento, ni las altas, ni las bajas, ni los errores, ni las fallas, ni los triunfos. Aunque sí hay algo que cambiaría: no me preocuparía por cosas que nunca llegaron a suceder, ese futuro imaginado que nunca pasó. Si tuviera que hacerlo todo de nuevo, daría un paso a la vez y confiaría en el lugar a donde cada paso me llevara. Las estrellas están apareciendo. La luna brilla. La oscuridad de la noche ha llegado. Estoy sentada tranquilamente pensando en regresar a América después de tantos años. Las cosas habrán cambiado. Yo recuerdo…
Volver al Indice de Hasta los infiernos por el Cielo