LA MEDITACIÓN

Muchos aspirantes vienen a mí y dicen que no pueden meditar debido a que sus mentes están muy fuera de control. Muchos han viajado por el mundo en búsqueda, han encontrado maestros y han probado muchos métodos conocidos de meditación y pranayama (respiración), han llamado al Señor incesantemente y aún así sienten que no han llegado a ninguna parte porque no pueden mantener sus mentes tranquilas. Por lo tanto yo estoy dando unos cuantos ejercicios espirituales como primeros pasos hacia la paz de la mente y del cuerpo, que eventualmente los llevará a meditaciones más profundas. No subestimen la simpleza de esta lección. Si se hace tenazmente pero aún con relajación y paz, los llevará hacia una mente tranquila. Se dice que un diamante es una piedra preciosa pero una mente tranquila y aún más valiosa. Una mente controlada es la que se mantiene durmiente hasta que es llamada y entonces responde con sabiduría desde la Mente Infinita. Ésta está bajo nuestro control y no somos atormentados por ella.

Para ir lejos, uno tiene que comenzar cerca. Para subir a lo alto se tiene que comenzar por abajo. Comiencen aquí ahora a vencer las cosas pequeñas; entonces las grandes eventualmente caerán por sí solas. Para encontrar la verdad dentro de uno mismo hay que comenzar donde uno está y desplegar su mente. Uno tiene que comenzar por las pequeñeces con un auto control de la mente, el cuerpo y las emociones. Ansiar los poderes antes de tiempo, antes de habérselos ganado y antes de que el cuerpo pueda someterse a ellos es tonto. Tenemos que alistarnos para los poderes. Yo he visto a aspirantes que sin una base espiritual caen en el poder y eso los lleva al egotismo.

Son tantos lo que me preguntan cómo meditar y cómo controlar la mente. Se les hace muy difícil ir más allá de la mente y del cuerpo y entrar en meditación. La mente divaga y los controla a y no pueden ir más allá de sus pensamientos. Por lo tanto yo digo, usen la mente para callar a la mente. Puede ser práctico dividir el tiempo dedicado a la meditación en diferentes partes hasta que llegue el momento en que puedan elevarse en las vibraciones del arrobamiento desde el momento en que cierren los ojos. Les llegará el momento en que se puedan sentir in la conciencia de lo absoluto sin que la mente pueda interferir.

Comiencen por la respiración alternativa. Sri Mahadevanandaji Maharaj, el gran yogui que yo conocí cuando tenía 160 años y que tomó su mahasamadhi (arrobamiento final o muerte) hace unos años cuando tenía 170, me dio el siguiente método. Siéntate derecho y cierra los ojos. Cierra la fosa nasal derecha con el pulgar de la mano derecha y respira suavemente por la fosa nasal izquierda. Aguanta la respiración cerrando las dos fosas con los dedos (la derecha con el pulgar y la izquierda con el anular y el del medio, de la misma mano derecha) de inmediato baja la cabeza y pon la punta de la lengua en el centro del cielo de la boca (ese es el lugar más liso donde la lengua está casi perpendicular a su base) pon el dedo índice exactamente entre las dos cejas.. Mantén los ojos cerrados y concéntrate en tu frente en el espacio entre las dos cejas. Levanta la cabeza, quíta el dedo índice del punto entre las dos cejas, baja la lengua a su posición normal y expira lentamente por la fosa nasal derecha mientras mantienes la izquierda tapada con el dedo anular y del medio. No aguantes la respiración más de lo que cómodo. No te esfuerces de ninguna manera. Repite lo mismo inspirando por la fosa nasal de la derecha. Haz este tipo de respiración alternando de una fosa nasal a la otra por unos pocos minutos.

Como un ejercicio para empezar, yo recomendaría la concentración, llevando la mente aun punto tomando una idea en la cual concentrarse. Toma una idea y obliga tu mente a que se concentre sólo en ella. Cuando la mente divague, como lo hará al principio, vuélvela a traer tranquilamente al tema. Cuando hagas esto una y otra vez verás que la mente comienza a obedecerte y en dado tiempo aprenderás mucho de la mente super-consciente mientras vas extrayendo de su infinita sabiduría.

Por ejemplo, (1) toma le idea ¿qué es el amor? Piensa sobre esto por unos minutos y observa que te dice el Dios interno… Deja que tu mente delibere sobre el significado espiritual interno de la palabra “amor.” (2) Tomen la idea de la pureza, ¿cuál es el significado real de “pureza”? Pídele a tu Ser interior que la explique. Abre el libro de la Sabiduría que existe en ti y lo sabrás todo. (3) Concéntrate en el significado interno de “la verdad que te liberará.” ¿Cómo te libera y qué es esta verdad?

Lo anterior son unas pocas ideas para lograr concentración. Cada uno puede preguntar las cosas que más le interesen y recibirá una gran inspiración obteniendo respuestas internas. Al mismo tiempo estaría desarrollando un control de la mente y dando rienda suelta al poder de la sabiduría y la intuición que está encerrado en la mente de la super-conciencia, esa parte de Dios en el interior de cada ser humano que es parte de la Mente Infinita de Dios.

Les puedo dar un ejemplo en el que puedan basar sus meditaciones. Cierren sus ojos y céntrense en la luz. Visualicen una vela ardiendo (o pueden hacerlo con los ojos abiertos mirando a una vela prendida). Imagínense que traen esa luz de la llama a su corazón. Imagínense que ésta luz de la vela crece en ustedes, se hace más y más brillante y llena todo su ser, brilla por todo el cuerpo emanando a través de él. Sus cuerpos enteros brillan con esta luz. Ayuden a otra persona o personas imaginándose que también están llenas de luz.

Ahora sepan que no son este cuerpo limitado sino que existen muchas facetas en su ser. Están hechos en la imagen y semejanza de Dios. Piensen ahora que quiere decir Dios para ustedes para cada uno de ustedes, que es Él como ser e identifíquense en meditación con esa idea como el propio Ser divino de cada uno. Como ejemplo pueden pensar: Dios es Amor y yo soy Amor. Dios es Sabiduría y yo soy Sabiduría… yo tengo dentro de mi toda la Sabiduría de la cual yo me puedo abastecer, en verdad yo soy esa Sabiduría. Todo lo que Dios es yo también lo soy. Repitan: yo soy los que es, yo soy lo que es, yo soy, yo soy, yo soy, On Tat Sat Om.

Ahora comiencen a pensar y sentir que están perdiendo conciencia de su cuerpo. Como si estuvieran desapareciendo y ya no pueden sentir su ser menor. Sus cuerpos desaparecen del mundo. No pueden sentir sus pies, están desapareciendo en el piso. No saben distinguir el izquierdo del derecho. Observen su respiración. Inspiren profundamente y expiren profundamente en ritmo con las fuerzas de la vida. Continúen observando la respiración hasta sentir la paz. Manténganse en esta consciencia del reino de Dios, todo el tiempo que puedan. La mente y las emociones se harán receptivas al omnipresente, omnipotente y omnisciente poder que penetra el universo.

Mientras están dentro de este poder pueden bendecir a todos aquellos menos afortunados que ustedes. Escojan a uno que quieran ayudar y piensen en esa persona. Sepan por ellos que no son sólo cuerpo, sino que ellos también son la imagen y semejanza de Dios – perfectos. Esa perfección interna no tiene enfermedades ni problemas, ni disturbios emocionales. Vean en su imaginación el ser perfecto que ustedes quieren que sean y véanlos expresándolo mientras viven en la Tierra. Manténganlos en la luz como se mantuvieron ustedes mismos. De la planta de los pies a la corona de la cabeza, están en a luz de Dios. Vean la luz fluir a través de ellos. Están llenos de la luz del Espíritu que en este momento los bendice. Tengan la fe que el pensamiento de ustedes es una oración y que Dios la está respondiendo en este momento. El pensar es una oración, el imaginarse es una oración y la ley de la creación entra en acción según el grado de intensidad, voluntad, poder y fe que se le ponga.

Después de bendecir a aquellos que ustedes desean que Dios ayude, dedíquenle un tiempo a la introspección. Pregúntenle a Dios, como preguntaría un niño, que es lo que a Él le gustaría que trabajaran en sí mismos y en su carácter como persona, que desearía Él que cambiaran. Pídanle Su ayuda en ese momento.

Entonces pidan perdón por cualquier cosa que hayan hecho en esta vida o en una anterior que los haya dañado a ustedes mismos o a otros, consciente o inconscientemente. Tomen una pausa y observen.

Como siguiente paso pidan la ayuda para poder perdonar a todos aquellos que los han dañado consciente o inconscientemente. Si no los pueden perdonar pídanle al poder de Dios en cada uno de ustedes que los perdone. Dejen que Él haga la labor. Esto elimina la indignidad que es un bloqueo en la meditación.

Y por último tómense el tiempo para dar gracias por todo lo que se acuerden que les ha sucedido en esta vida. Las malas experiencias son las que los han liberado y han llevado a las ansias por la espiritualidad. Fueron el pago de sus deudas. Sáldenlas benignamente sin reacción alguna. Piensen en lo mucho que han saldado y regocíjense.

Ahora piensen en las cosas gloriosas que les han sucedido. Den las gracias por estar en la Tierra, por tener una mente y un cuerpo en buenas condiciones. Continúen dando gracias y alabando en regocijo.

Tomen el reto de la vida y marchen adelante como soldados en el sendero de la vida con su cabeza en alto, victoriosos en la batalla.

Abran sus ojos después de esta meditación hacia nuevas aventuras en el Espíritu.

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