Pioneros del Espíritu

Las últimas enseñanzas de Hilda Charlton

Capítulo Siete

EL PODER DE LA GRACIA

Esta plática fue presentada el 29 de Octubre de 1987

 

Les voy a presentar muy brevemente a una persona llamada Hildegarde, si no es que ya la conocen. Santa Hildegarde de Bingen. Quien vivió y murió hace casi 900 años en  la frondosa y bella Baviera,  fue abadesa de un convento, poeta, músico, artista, sanadora, científica, teóloga, profetiza y extraordinaria mística. Lo que ella dijo podría haber sido escrito hoy para nosotros. Era su creencia que el verdadero pecado representa una ruptura en el cosmos. Nosotros tenemos una ruptura en el cosmos en estos momentos, allá arriba, en el cielo ¿Y quién la hizo? Nosotros mismos, no fue Dios quien la hizo. Tenemos rupturas en nuestras relaciones ¿Tiene alguno de ustedes rupturas en sus relaciones? Si las tienen remiéndenlas. Si yo siento que alguien está disgustado conmigo, lo llamo por teléfono. Quiero estar en lo correcto con todos.  Yo no quiero rupturas en mis relaciones. Hagan ustedes lo mismo.

Hildegarde escribió lo siguiente: “Ahora, en las personas que se supone que fueran verdes y vivaces, ya no hay vida. Sólo existe una esterilidad marchita. Los vientos vienen cargados del terrible olor del mal, el egoísmo abunda. Las tempestades amenazan.”1 ¿No creen que eso podría haber sido escrito hoy? Ella era una profetiza – como Nostradamus, ella vio lo que iba a suceder: “El aire eruta la asquerosa falta de limpieza de las gente. Se desarrolla una desnaturalizada oscuridad repulsiva que marchita el verdor y pudre la fruta que iba a ser el alimento. En ocasiones esta capa de aire esta repleta de una niebla  que se convierte en la fuente de una gran cantidad de criaturas vanas y destructivas que dañan y destruyen la tierra, incapacitándola para sostener a la humanidad.”2

Hildegarde consideraba que el último pecado sería ecológico: un pecado en contra de la Tierra,  en contra del aire, en contra de las aguas, en contra de la creación, por el hecho de haber dañado el balance interdependiente de Dios, estamos destruyendo todo lo que es vida, incluyendo la propia.

Ahora quiero que cierren sus ojos y visualicen un mundo perfecto, de la forma en que ustedes quisiesen que fuese cuando termine toda esta ilusión. Cuando los deslaves y los temblores hayan desaparecido ¿Qué quedaría entonces? Visualícenlo de la manera más imaginativa. Einstein decía que la imaginación era más importante que el conocimiento. Nosotros creamos nuestras imaginaciones. Este mismo grupo podría crear un mundo nuevo en los éteres en este momento. Deséenlo con todo su corazón. Créanlo en este momento en sus corazones.  Deséenlo. Deséenlo más que todo. Lo queremos para nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos, generaciones tras generaciones. Queremos un mundo nuevo. Gracias. Sus pensamientos ya los han creado en los niveles más altos, ahora sólo tenemos que traerlo a acá abajo.

Tengo una lección aquí para la que los maestros me despertaron a las cuatro de la mañana con el fin de que la escribiera. Ellos nos dan los avisos de siempre. Creo que no necesitamos mucho aviso ahora con lo del temblor y la caída de la bolsa.3 Creo que ya más o menos tenemos una imagen de lo que está por venir y ya nos imaginamos que no tenemos tanto tiempo para alistarnos. Daniel habló de esto hace miles de años. Jesús lo habló hace dos mil años. Y yo lo he estado hablando por veinte años. No estamos listos y no tenemos mucho tiempo  para alistarnos antes de que lleguen los cambios. Por cierto que nos van a gustar esos cambios porque traerán lo que nosotros queremos para la Tierra.

Los Maestros me dieron esa mañana un maravilloso final de esperanza y me dijeron como eliminar esa falta de mérito en ustedes. Ellos dijeron: “Según se van haciendo más perversos los tiempos y el sol no aparente brillar en nuestras vidas, ése es el momento de agarrarse de Dios e incrementar nuestro anhelo por el Creador.” Ése es el momento, me dijo Nostradamus, en el que tenemos que pensar en Dios. Ése es el tiempo, me dijo la Madre,  en el que tienen que pensar en la Madre. No se mira a la izquierda ni a la derecha en esos tiempos. Estos son los tiempos de pruebas y decisiones.  Con la Convergencia Armónica vino también el tiempo de la decisión: ¿me regreso a las costumbres del mundo o tomo la empinada subida a Dios? ¿Estoy apegado al antiguo mundo? ¿Aún me hala? Esas son las preguntas que deben hacerse a sí mismos.

Santa Hildegarde vio como el mal furtivamente ronda las calles. De lo que se trata, chicos, es de que, o aprenden por la gracia divina o aprenden por medio de la experiencia. Una de nuestras chicas se puso a caminar por la playa de Nueva Jersey, sola, a las diez y treinta de la noche y, por supuesto, la golpearon. Les he rogado que usen su intuición y sus sentidos y que no hagan tonterías como ésa. Esta noche estaremos pensando en ella con amor. Eso fue completamente innecesario ¿comprenden? tienen que usar su intuición y ponerle atención: “¿Debo yo estar aquí o no? ¿Debo ir por esta calle o por esta otra?

En todas las ocupaciones de la vida, yo veo el destino ocurriendo ante mis ojos. Si pongo la televisión veo el destino manifestándose.  Un joven va caminando por la calle y de pronto le dan un tiro, sin que se sepa ¿por qué? Uno nada más dice ¡Qué horror! Pero puede ser que en alguna otra vida él le hubiese dado un tiro a otro y estaba pagando la deuda ¿pueden comprender eso? Sin embargo, si él se hubiera acostumbrado a oír a su interior quizás habría oído la voz diciéndole: “No vayas por esa calle”, entonces no habría tenido que pagar karma porque habría entrado en la consciencia de Dios en lugar de la consciencia de su propia personalidad. El karma no necesariamente tiene que venírsete encima. Lo puedes ir borrando si tomas consciencia-de-Dios. Sin embargo, yo veo a los que yo amo escogiendo el sendero del nivel más bajo del afán y la fatiga en lugar del sendero más austero de Dios que eventualmente los lleva a la satisfacción, la dicha y el gozo.

Los Maestros dicen: “Hijos de Dios ¿no han ya sufrido lo suficiente bajo el hechizo del mal que con frecuencia viene cubierto por apariencias como la educación, el intelecto, el tren de vida moderno, la carrera equivocada, el miedo a cambiar conceptos anticuados? Vean lo que ustedes mismos, como humanos, le han hecho a nuestro mundo, el único mundo que conocen, por no obedecer las leyes enviadas por nuestro Creador a través de nuestros ancestros.”

Debido a nuestra ignorancia, hemos sufrido generación tras generación por demasiado tiempo, aceptando el patrón de la vida de la descomposición ¿No es hora ya de que nos pongamos de pie y gritemos “¡No!..¡No!”? Si ven algo mal por la televisión, apáguenla y digan: “¡No! ¿Qué tiene que ver eso conmigo? Yo Te sigo a Ti, Señor” Hagan lo mismo después de haber leído algo en el periódico, digan: “¿Qué tiene que ver eso conmigo, Señor? Yo te sigo a Ti.” ¿Qué tiene que ver eso con nosotros. Esto no tiene nada que ver con nosotros. Es como un mundo de sueños, una escuela. Hemos llegado a lo más bajo hasta ahora y no debemos de entrar más allá en la corrupción terrestre. Deberíamos de voltearnos y ponerle un alto a todo lo viejo y decir: “Hasta aquí llegué y no más.”

¿No fue lo suficiente ver a Lemuria hundirse en el mar debido a nuestras iniquidades?  Debemos de haber estado allí ¿No fue lo suficiente oír los gritos y experimentar los horrores de la Atlántida mientras se desplomaba en el océano hasta perderse de vista? ¿No fue lo suficiente oír el retumbar de Pompeya y quedarse congelado en el temor? ¿Qué más estrago queremos causar en lo que una vez fue el Jardín del Edén? ¿Cuánto tiempo más van a durar bajo las Leyes Adánicas, las leyes de Adán? La caída de Adán fue una caída de consciencia a la auto-consciencia.  Nosotros, como sus descendientes, hemos estado en una auto-consciencia desde entonces en lugar de en la Consciencia Divina y hemos estado tratando de regresar a ese estado todo este tiempo ¿Comprenden esto? Jesús subió a la cruz para romper esa ley que se formó al caer Adán ¿No pagó Jesús el precio en el altar del amor para así romper esa maligna ley ¿No nos trajo el amor por Dios Padre? Él dijo: “El Padre y yo somos uno.”

¿No pueden venir ustedes a este reino del amor, salirse de lo viejo y entrar a lo nuevo? Jesús dijo que había venido a darnos una vida de más abundancia. Así es, más abundancia, aún en medio del caos de esta Tierra, aún en medio de la pobreza y el lodazal.  

Pueden vivir en el mundo o por encima del mundo. Depende del camino que quieran tomar.  No pueden nadar entre dos aguas. No pueden servir a Dios y al Momo a la misma vez. Tienen que caminar el camino único, a dos pulgadas del suelo. Tienen que elevarse esas dos pulgadas para poder decir: “¿Qué tiene que ver eso conmigo?”.

¿Cuánto tiempo más permitirá la Madre del Universo, la progenitora de todos nosotros, que sus hijos sufran bajo los Hitleres? ¿Tienen que haber más holocaustos para que sus hijos tomen consciencia? ¿No pueden unos cuantos salir al frente y mostrarnos el camino para que salgamos de la oscura selva de la desesperación?

El Maestro Hilarión dice: “Si siete en esta Tierra pudieran armonizar, el mundo se salvaría.” Sólo siete ¿Dónde están? ¿Dónde están esos que están dispuestos a cambiar la conciencia propia por la consciencia de Dios Yo no he encontrado siete, siento decir.  Siempre sucede algo. Mis estudiantes me aman, pero cuando se trata de amarse los unos a los otros comienzan las críticas a interrumpir.  Aunque no lo digan, lo están pensando. El pensarlo es tan malo como el decirlo. Eso lo comprobamos aquí una noche cuando en silencio comenzamos a enviarles pensamientos de amor a los otros y todos los sentimos. Yo no quiero decir con esto que todos tienen que ser como monjes o monjas o yoguis  - ellos también disputan entre sí y hasta con ellos mismos en su interior. Yo lo sé porque yo me estuve quedando mayormente en conventos cuando danzaba en el extranjero y no sentí la armonía que debería de existir en un grupo de esa índole. Yo no he encontrado esa armonía en su cien por ciento en ninguna parte, siento decir.  Claro que ustedes me aman y yo los amo a ustedes. Puedes mirar a alguien en los ojos y decir que es un ángel. Pero si quema la comida ¿continuaría siendo un ángel para ustedes? Si tus compañeros dejan la puerta abierta, dejan salir al perro, dejan destapado el tubo de pasta de dientes y le pasan las cucarachas ¿continuarían siendo ángeles? O los comenzarías a criticar en tu mente.  Ustedes pensarán, bueno, no puedo hablar mal de ellos, pero ciertamente  puedo pensarlo. Entonces ¿dónde están esos siete?

Cuando yo veo a una persona salirse del camino o las leyes de Dios, siento que es como estar aguantando la mano de alguien que se cayó a bordo. La mano se va resbalando y lo ve uno caer al agua. Mi corazón se entristece; mi corazón llora. Dios nos dio a escoger y hemos escogido mal.

Las guerras han endurecido nuestros corazones ante el mal ¿no es así? Las noticias por la televisión nos han encallecido y nos sentimos más duros ¿Comprenden esto? Por la televisión se ve un cadáver, un tiroteo, un choque de trenes, un avión que explota y uno lo aguanta y se endurece.  Uno tiene que hacerlo.

La corrupción nos mira a la cara ya sea a la derecha o a la izquierda. Muchos son almas buenas que han perdido su camino ¿Se supone que condonemos esta vida maligna? Los signos del herpes, SIDA, temblores de tierra, deslaves y los cambios económicos que están acabando con nuestro mundo ¿no son lo suficiente como para echar un vistazo atrás y gritar: “Hasta aquí no más, ya basta.”? Pongámosle un fin a todo esto antes de que sea demasiado tarde. Hagamos, los cientos que hay aquí esta noche, un voto. Les voy a pedir que le hagan esa promesa a su propia alma.

Yo vine a la tierra, al igual que ustedes, en estos tiempos, para ayudar,  para ser fuerte y determinada, para enseñar a otros la inmutabilidad ¿No podríamos dedicarle nuestras vidas esta noche a la redención de la Tierra antes de que sea demasiado tarde? Pues el tiempo se nos está acabando. Los signos están a nuestro alrededor. Dentro de poco tendré que dejar esta ciudad. Si se dieran el tiempo para hacerlo verían el peligro.  Si se les estuviera permitido ver los mundos infernales que me han sido mostrados  y a los que he entrado para salvar almas, estarían temblando de miedo.

Éste es el tiempo de la decisión y el tiempo de escoger.  Tu sendero correcto está frente a ti. Debes escoger cautelosamente. Si aún estás mitad con la Tierra y mitad con Dios, entonces, por Dios, háganse firmes en Dios esta noche.  Pueden continuar trabajando, pueden casarse, tener hijos, pueden hacer todo lo que han estado haciendo, pero ¿quién va primero? ¡Dios Todopoderoso! ¡Déjenme oírlo! ¡Dios! ¡Dios va primero!

Si nuestros hermanos de los cielos pudieron venir desde tan lejos como de otros planetas para avisarnos y prometernos ayuda ¿no les vamos a hacer caso? ¿Seremos tan densos que no podemos o no queremos oír? Nunca ha existido un tiempo como éste en la historia del planeta. Sin embargo continuamos como si nada estuviese pasando y esto nos engaña y nos quedamos desolados al final.

Los mismos dioses han bajado a la Tierra para animarnos. Dioses como Skanda, quien está aquí esta noche con nosotros. Lo oigo decir “Skanda, Skanda, Skanda” Los hijos de Dios caminaron por la Tierra en un tiempo. Si vivimos de la manera correcta y volvemos a arreglar a la Madre Tierra, ellos caminarán de nuevo con nosotros – los dioses, los Maestros y todos los seres de amor.

María dice: “Les envío una súplica a sus almas y a las almas de cada hombre, cada mujer y cada niño en la Tierra para  que se volteen y reconozcan el sacrificio de mi hijo, Jesús, como el cordero que fue sacrificado en el altar. Él ya rompió los poderes satánicos si ustedes solamente voltearan sus vidas y aceptaran el camino de la Luz. Es difícil caminar en contra de la multitud que viene cuesta abajo a su destrucción, pero deben hacerlo.”

Yo, en lo personal, recuerdo algo que me sucedió hace mucho tiempo. Una vez me bajé del ferry en San Francisco a las 5:00 p.m. Miles de personas estaban saliendo de sus oficinas y caminando por Market Street para tomar el ferry. Yo era casi la única persona caminando en sentido contrario, cuesta arriba. Me empujaban, chocaban conmigo y yo tuve que empujarme a mi misma a través de las masas que estaban saliendo de sus respectivas oficinas.  Ésa fue la primera vez que oí a los cielos hablar.  El Maestro Hilarión me habló así: “De este día en adelante, hija mía, caminarás en contra de la muchedumbre”. Así ha sucedido, pero hoy en día tantos de ustedes se han unido a ir cuesta arriba que ahora ya estamos aquí, al fin,  caminando en la misma dirección.

Con todos los signos que hay ahora, no entiendo por qué nadie sigue a las masas. Con el SIDA tan virulento  -–  todo el que puede leer entre renglones sabe que aniquilará a la raza si no es vigilado y si no se encuentra una  cura.  – ¿Cómo puede una persona continuar por  el camino de la libertad sexual conociendo que el Anticristo ya está haciendo su trabajo insidiosa y furtivamente,  planeando nuestra destrucción? ¿Cómo podríamos regresarnos a este mundo una vez que hayamos experimentado aunque sea una vislumbre de la luz divina o del amor de la Madre Universal.? Tenemos que darle la espalda al mundo y no ser parte de él, caminando en el medio de él sin que nos toque.

Dios nos envió para que seamos parte de esta Tierra, para que la experimentemos. Les voy a decir por qué tuvieron que venir y caminar entre los que están en la Tierra ¿Cómo generarían compasión si no caminaran entre los que están en la Tierra y se enteraran de lo que se trata ¿Cómo conocerían el dolor si nunca hubieran tenido dolor? Cuando has dicho: “Tengo dolor y estoy enfermo” ¿Podría yo saber lo que estabas diciendo si solamente hubiera vivido sola en una cueva sin haber sentido nada? Hemos venido a esta experiencia terrenal para conocernos los unos a los otros de esa forma.

Nosotros sabemos diferenciar entre el bien y el mal y siempre lo hemos sabido. Siempre han sabido distinguir lo correcto de lo incorrecto ¿no es así? Durante la década de los sesenta no se daban cuenta de que muy adentro de ustedes mismos algo les decía: “Éste no es el camino correcto” ¿Sí o no?  ¡Por supuesto que lo sabían! muy adentro de ustedes, mientras continuaban lo que estaban haciendo. Nosotros sabemos distinguir el bien del mal y siempre lo hemos sabido si le echamos un vistazo al pasado. De lo contrario ¿por qué íbamos a mentir para encubrir cuando hacíamos algo mal hecho?

¡Oh, cómo llegar a la mente y a los corazones de la gente y despertarlos! Yo les clamo a ustedes en desesperación, pero no es a ustedes a quiénes tengo que llamar porque ustedes ya han visto y sentido un toque de la luz. Es a aquellos a los que no se les ha dado la oportunidad de conocer la Luz, a los que llamamos y salimos a ayudarlos ¿no es así? ¿No es eso lo que están haciendo? Si no lo es, háganlo, busquen las oportunidades.

Voy a contestar un par de cartas. Una chica de esta clase me escribió y preguntó “¿Dios perdona?” Por supuesto que perdona. Él no nos juzga. Tú misma, por las leyes establecidas en eras pasadas, te juzgas a ti misma. Voltéate y ve la luz de la gloria de Dios y vas a sentir a tu Creador en ti ¿A quiénes amaría Dios más y abrazaría y respondería a lo máximo? ¿A los que ya están en la Luz o al que tiene el valor de regresar a casa después de haber experimentado una vida de pecados? ¿Cuál crees que escogería Dios? Al pecador, por supuesto. El que regresa a casa será bienvenido con los brazos abiertos.

Por supuesto que Dios perdona, pero ustedes no se perdonan a sí mismos ¡No sean ingenuos! Comiencen a ser conocedores esta noche y perdónense a sí mismos. Esta noche la haces.

Por supuesto que Dios perdona. Él perdona. Él perdona, pero primero debes admitir que te has desviado. Ah, sí, tú tienes que admitir que te desviaste de la fe, del camino a Dios, que dejaste la Luz y que ahora sientes el arrepentimiento en ti. Siente ese arrepentimiento y Dios te dará la bienvenida a casa. Él no guarda resentimiento ni la Madre tampoco. Ella sólo quiere que sus hijos en el mundo vengan al calor de sus amorosos brazos.

Una vez los Maestros me dijeron que dejara mi hogar. Mi hermano era alcohólico y estaba bebiendo demasiado. Él no había tomado conciencia de Dios y estaba enojado conmigo porque yo creía en Dios. Pero ¿con quién decidió mi madre quedarse? Ella me adoraba y yo la adoraba a ella. Le pedí que viniera conmigo. Pero ella escogió quedarse con mi hermano y me dijo: “Hilda, tengo que quedarme con tu hermano. Él me necesita. Él me necesita más que nadie”. Ésa es también la forma de la Divina Madre. Es la forma de Dios, también, Dios perdona y nunca tuvo nada contra ti. Él no hace juicios, más bien te llama a que te salgas de las mases que van cuesta abajo por el camino equivocado hacia el dolor y el sufrimiento.

Otra persona de esta clase  me escribió: “¿Por qué he tenido que sufrir esta enfermedad?” – Esta era de la tierra es el tiempo de limpieza. Piensa en tus malestares como oportunidades para limpiarte si persisten cuando tú tenazmente conoces la verdad sobre ti mismo.  Si conoces la verdad sobre ti mismo, con la que yo te voy a ayudar en unos minutos y tus males persisten, entonces es una limpieza para ti. Está liberándote de tu pasado y te está preparando para la Nueva Era de Dios. Úsalo para aprender la paciencia. Un milagro es un cambio instantáneo. Una curación puede tomar tiempo y enseña paciencia, nobleza y agradecimiento; cambia la separación uniéndonos a otros, porque otros vienen a ayudarte ¿Te queda esto claro? Puede ser un beneficio espiritual.

No se apeguen a sus sentimientos de indignidad. Grandes dificultades y grandes glorias están ante nosotros. Entra en tu corazón y llega a tu casa ¿No dice la canción “Tal como soy, vengo a ti Mi Señor, tal como soy”? Nosotros venimos tal y como somos. Si ustedes se creen que tienen que pasarse los años próximos limpiándose a sí mismos, están equivocados. Vengan tal y como son y Dios  hace el resto.

Esta noche voy a pedirle al Espíritu que baje sobre nosotros, si viene, que envíe su flujo y nos sane para que nos libremos de la indignidad y quedemos limpios.

Si sólo pudieran darse cuenta que allá arriba nadie nos ha juzgado – nosotros somos los que nos hemos estado juzgando los unos a los otros ¿Vino alguna vez Santa Teresita a preguntarme si yo era católica o si me había bautizado? ¿Me preguntó la Virgen María si yo era católica cuando vino a mí? Ha dicho Jesús alguna vez “¿Ya has sido salvado?” No, ellos no juzgan allá arriba. Ellos simplemente vienen a nosotros y aman. Los ángeles vienen y nos observan quejándonos y protestando aquí abajo y tratando de limpiarnos a nosotros mismos. Ya es hora de que paremos de tratar de limpiarnos a nosotros mismos y dejar que Él nos limpie ¿Comprenden?

Ahora quiero que cierren sus ojos por un momento y quiero que comprendan que nunca han sido juzgados. Ningún ángel te ha juzgado. Ningún Dios te ha juzgado. Los Jueces del Karma no te han juzgado. Tú eres el que más te has juzgado porque tienes esa pequeña voz interior que te dice: “Eso no está correcto”, o te dice “Eso es un pecado” o “Esto es bueno y esto no.”

¿Te podrías liberar en este momento? Si no nos están juzgando allá arriba, ¿por qué nos estamos juzgando aquí abajo? Es como si nos encerráramos en el baño para desnudarnos sin que nadie nos vea y el baño no tuviera techo y nos estuvieran viendo desde arriba. Es quizás un ejemplo tonto, pero nos da un panorama. Ese mundo allá arriba nos está viendo acá abajo, esperando que nos llegue la luz, pero no nos están juzgando ¿por qué nos estamos juzgando a nosotros mismos? ¿Por qué? Por favor dejen de juzgarse. Suelten sus sentimientos de indignidad. En este momento busquen algo que ustedes creyeron que fue un pecado y díganse: “A mí nunca me juzgaron y yo no me voy a juzgar porque si lo hago, entonces voy a juzgar a alguien más y yo no quiero hacer eso. Ya entiendo ahora lo que es el pecado y puedo ser más compasivo en este mundo y ser de mejor uso para Dios.” Por favor libérense en este momento si han sido duros con alguien. Nadie los ha juzgado.

Lo único que les voy a pedir es que esta noche entren en su habitación y le digan a Dios, “Hice esto y aquello y esto otro ¿me redimes? Redimir es tomar de vuelta. “¿Me tomas de nuevo? Yo fui un tonto. He cometido muchos errores.” Tomen en consideración también que, aquí abajo, esto es una escuela y no siempre aprobamos nuestras pruebas.

Veo que alguien está llorando. Si creen que han pecado, pidan perdón y olvídense y no vuelvan a pecar. Así le dijo Jesús (a María Madalena) “No vuelvas a pecar”. No cometan más errores. No nos queda suficiente tiempo. Estamos aquí para ayudar a los otros. Esta noche lleguen a su habitación y digan “Yo hice esto, Dios, e hice esto y esto otro” – todo lo que nunca te admitiste a ti mismo que hiciste mal. Siempre te defendiste. Siempre dijiste: “Yo no causé ese problema, fue otro el que lo causó”. Entra en ti mismo y admítelo: “Yo fui quien lo causé. Fui yo Dios. Yo fui quien lo causé y lo siento. Yo soy tu hijo, yo soy tu hija, lo siento ¿Me llevas a casa? Llévame a casa porque yo sé que no Tú no me juzgas.” Él no perdona, porque no hay nada que perdonar.

¿No dijo Él: “Vengan a Mí, todos los que llevan una carga pesada”? Si estás llevando una carga pesada en este momento, pon tu carga a los pies del Señor. Pónganla ahí y no vuelvan a recogerla.

No quiero que en esta clase nadie se sienta indigno.  Sus experiencias han sido sólo lecciones – han estado aprendiendo como caminar por este mundo. Muchos aquí proceden de otros planetas y muchos son almas elevadas que no vienen con frecuencia a esta Tierra. No conocen de lo que se trata y se enredan en ella. Pero una vez que nos hemos enredado, vemos nuestro error y nos salimos. No existe nadie en los cielos que te culpe, o te desprecie o te maldiga, por lo tanto no te lo vas a hacer tú a ti mismo de hoy en adelante.

Los que se sientan sobrecargados pongan la carga a Sus pies. Esos pies sagrados, ensangrentados por nosotros para que pudiéramos tornar hacia una nueva dirección y una vida de abundancia – abundancia de amor, amando por amor.

Sientan en este momento que no necesitan nada ni a nadie para amar. Eres amor. Siente el amor en ti en este momento. Trabaja por el hecho de trabajar para Dios, vive tu vida para ser libre.

Demos nuestras espaldas a las costumbres y formas de Adán.  Eso fue cuando nosotros, como raza, nos volvimos auto-conscientes, egocéntricos, desarrollamos una personalidad. Tomemos nuestro lugar en la Tierra como seres conscientes de Dios. Todos fuimos creados a su imagen y semejanza y esa consciencia está en nosotros y en realidad nunca la perdimos. Reconócelo en este momento. Di: “Dios, yo soy tu imagen y semejanza.” Repitan eso una y otra vez en ustedes, repítanlo ahora y repítanlo en cualquier momento: “Dios yo soy tu imagen y semejanza y por eso soy perfecto”. Repítanlo una y otra vez: “Dios yo soy tu imagen y semejanza y por eso soy perfecto”, “Dios yo soy tu imagen y semejanza y por eso soy perfecto”.

Mírense adentro de ustedes. “Yo soy la imagen y semejanza de Dios”. Dios no se enferma y yo no puedo estar enfermo. Dios no tiene miedo y yo no puedo tener  miedo. A Dios no le falta dinero y a mí no me falta dinero. Dios, eres todo y yo soy tu imagen y semejanza.” Créelo en este momento. Dilo como yo lo estoy diciendo. Dilo y créelo porque es verdad. Todos tenemos la misma realidad y esa es la única verdad, todo lo demás es mentira. Todos tenemos la misma realidad – somos la imagen y semejanza de Dios y muy adentro de nosotros existe esa consciencia, nunca ha desaparecido. Despertemos en este momento y entendamos que la ayuda que necesitamos está aquí. La subida es difícil, pero el premio es grande. Él ha marcado el camino para que no nos desviemos o perdamos.

Siento la llegada del Espíritu Santo en este momento. Cuando Jesús dejó esta Tierra, no por muerte, sino por haberse elevado más allá de esta densidad, envió al Espíritu Santo para que nos confortara hasta su regreso. Esa es la dispensación de  Jesús. Él vendrá de nuevo con Moisés y Elías a su lado. Aquellos que deseen hacer un propósito con la perfección de su propia alma y bañarse en la luz del Espíritu Santo tendrán esa oportunidad esta noche. Prepárense interiormente mientras canto sonidos del océano de Dios.

Abre los cielos Dios, para estos hijos tuyos. Ábreles Tus cielos y derrama Tu Espíritu sobre ellos y déjales saber quienes son. Que salgan de aquí esta noche con su cabeza en alto y sepan que son los hijos del Altísimo.

Elévense con los sonidos. Entren en su frente y elévense en el gozo y la luz. Suelten su carga porque ustedes son los hijos de Dios, mis hijos amados. Shámbala! Shámbala!

Pido al Espíritu Santo. Los que deseen declarar su alma pueden pasar adelante, aunque no es necesario que lo hagan, mientras cantamos “Gracia Divina”. No se paren hasta que no estén seguros que tienen que hacerlo. Vamos a hacer compromisos con nuestras almas, con la luz que existe en nosotros.

Le pido a los Cielos que se abran y permitan que el Espíritu Santo descienda sobre nosotros.

Que los santos ángeles vuelen en derredor y bendigan a cada uno de ustedes. Que la Santísima Virgen los bendiga. “Yo hago un compromiso con mi propia alma de vivir en lo más elevado porque soy un hijo de Dios. Pidan que nos lleguen bendiciones a todos en esta sala. Si sienten que han hecho algo mal, simplemente pidan el perdón en este momento. Siéntanse bendecidos-

Les doy las gracias por haber hecho esto tan bello. Les doy las gracias por sus almas. Les doy las gracias por ser quiénes son. Les doy las gracias por venir aquí. Ojalá se pudieran ver como yo los veo – tan hermosos, tan perfectos, tan divinos, deseando a Dios en lo más profundo de su interior.

 

*****Fin de la Lección*****

 

1.             Meditaciones con Hildegard de Bibgen. Trad. al inglés por Gabriele Uhlein,osf (Santa Fe: Bear & Company, Inc. 1983), pg 77.

2.              Idem, p.77

3.              La bolsa sufrió una baja severa en octubre de 1987

 


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