Pioneros del Espíritu

Las últimas enseñanzas de Hilda Charlton

Capítulo Ocho

REVELANDO EL MÁS ALLÁ

Esta plática fue presentada el 19 de Noviembre de 1987

 

Con el Día de Gracia tan cercano a la fecha, me puse a pensar qué tema sería el más apropiado. Por lo que esta noche voy a referirme a dos temas: ‘Gracias’, que lo trataremos al final y El Paraíso, nuestro '"Hogar, Dulce Hogar". Daremos gracias por nuestras vidas en la Tierra y aprenderemos la verdad en cuanto a la vida después  de la muerte para también dar gracias por eso. Hablaré de la vida en el Cielo y la vida en la Tierra – en otras palabras, de la vida eterna.

Abramos la cortina que separa a lo que conocemos como dos mundos. Esa pequeña cortina que ha estado ahí escondiendo al otro mundo. No quiero hacer lucir la vida del otro lado tan maravillosa que todos vayan a querer irse. De antemano, mejor que  los ponga sobre aviso: si ustedes se llevan por su propio tiempo para irse, en lugar de por el tiempo marcado por Dios, van a ir a dar a un lugar oscuro en el otro lado y esperar el momento que está escrito en las palmas de sus manos.  En otras palabras, si alguien comete suicidio, esa persona tiene que esperar en un espacio oscuro, sin hacer nada, hasta que cumpla con el tiempo que le tocaba cumplir en la Tierra.

Entramos en el escenario de la vida como pequeños bebés y hacemos nuestra salida por el otro lado del escenario cuando nuestra participación en la obra haya terminado ¿Por qué entonces tanto rollo? ¿Por qué la histeria? ¿Por qué mantener atados a nuestros seres queridos? Sabemos que cuando dejamos el cielo y venimos a esta escuela aquí abajo, esta escuela de actuación, tendremos que irnos y regresar a casa algún día. Sin embargo, cuando ya alguien quiere regresar a casa y ha cumplido ya ciento cinco años, ustedes lo quieren aguantar y me piden que rece  por ellos para que se queden aquí.

En el Oriente, vi morir a un niño de unos meses de nacido – la única persona que he visto fallecer en mi vida. Me llamaron para que tratara de sanarlo. Le habían puesto tantas inyecciones intravenosas que ya no le quedaban venas por penetrar. Yo llamé a una amiga, una sanadora del grupo de Ciencia Cristiana. Ella comenzó a orar y a conocer la verdad cuando de pronto vio a un hermoso joven, alto, en una túnica blanca en otro plano. No es nada usual que eso le suceda a un miembro de la Ciencia Cristiana. Esta hermosa criatura espiritual le llamó la atención muy directamente diciéndole: “Deja mi cuerpo tranquilo”,  reprendiéndola como si ella hubiese estado interviniendo en el territorio que él había escogido. El pequeño, el vehículo que esa alma había escogido para llegar a la Tierra, falleció y hubo la usual cantidad de llanto y lamentaciones. Esto me lleva a un libro que yo quisiera que todo el mundo leyera para que tuvieran más conocimiento sobre la vida después de la muerte. El libro lleva por título “After the Change Called Death” (Después del Cambio Llamado Muerte)1. Este libro relata el caso de una señora que tenía dos hijos varones y ambos fallecieron a una edad muy temprana, aún eran bebés. Ella no falleció hasta después de haber tenido una larga vida, era ya bastante mayor, pero siempre estuvo lamentando la muerte de sus dos bebés y con frecuencia decía sus nombres, los llamaba mientras lloraba y se que quejaba de su supuesta pérdida. Cuando pasó al otro lado de la fina cortina a la que llamamos muerte, se le aparecieron dos hermosas figuras masculinas, quienes, al acercarse, dijeron “¡Madre!” Le explicaron que ellos eran sus dos hijos que ella había perdido y le dijeron “Nunca que nos llamaste dejamos de ir y te hablábamos y tratamos de consolarte, pero tú no podías oírnos…” Ella estaba tan repleta de su propio dolor que no podía sentirlos ni oírlos. Ellos no podían penetrar a través de su estado negativo y hacerse notar y así consolarla ¿Pueden comprender eso? Unos lamentándose y otros llenos de luz tratando de decirles que estén tranquilos y contentos. La verdad es que nos falta mucho ¿Por qué no podemos ser más inteligentes? Vamos a ser inteligentes esta noche.

Este libro cuesta muy poco y debe estar en las manos de todos para que se los presten a otros. Debemos de abortar nuestra ignorancia y saber de qué se trata el cielo y la vida después de la muerte.

Lo que llamamos vida no es más que una experiencia en una existencia continua y eterna en diferentes mundos. En nuestros sueños entramos en mundos sutiles que son los mundos  en los que habitan las personas acabadas de morir. Yo conozco esos mundos. Los Maestros me han enseñado a entrar en ellos. Frecuentemente ustedes me llaman por teléfono y me dicen que me vieron en sus sueños y yo les respondo: “Así es, yo me mantengo muy ocupada por las noches”. ¿Comprenden esto? Los Maestros me han enseñado a ir a estos lugares y un número de ustedes están también haciendo lo mismo para ayudar.

Algunos se ustedes saben que están ayudando durante la noche. Yo estoy muy consciente de estos mundos y puedo decir que ese libro que les he mencionado da un panorama correcto de la vida después de la muerte de una persona promedio. Y con promedio me estoy refiriendo al ser común en la tierra que vive sin pensar mucho en Dios y el sendero espiritual.

Si uno es un alma enfocada a la maestría, el proceso es diferente en el otro lado. Moraría entre seres perfeccionados teniendo así la oportunidad de continuar aprendiendo las lecciones de los que es vivir. Los seres perfeccionados lo entrenarían a ser un líder de humanos. Ellos lo cuidarían a uno en ese plano igual que lo cuidan  en éste, lo amarían y lo guiarían. Uno no iría de inmediato a buscar a su familia, aunque sí entraría en contacto con ellos en amor, si así lo desea. Esto se debería a que sabrían que cada vez que han estado en la Tierra han tenido padres y madres y hermanos diferentes.     Uno es ayudado por la guía de los Maestros y escoge antes de nacer en cada vida a aquellos que lo ayudarían en su desarrollo y al mismo tiempo le darían la oportunidad de ayudar a otros. Uno escoge, pero a veces, después de que está en la Tierra no cree que escogió lo mejor. Uno no siente que escogió la mejor mamá y las mamás no creen que escogieron al mejor para que fuera su hijo, pero en realidad así lo hicieron.

Los mundos celestiales son una realidad. Esto acá abajo es sólo una escuela,  un lugar para el proceso educacional, una universidad donde uno recibe calificaciones, aunque no lo sepa. Son pocos los que tienen un concepto claro de los otros mundos o las otras moradas, a las que se refirió Jesús. Por eso es que escojo el tema del paraíso que está en el libro que les he mencionado. Es debido a mis largos años de experiencia ayudando en otros planos, que les puedo recomendar este libro que como ya les dije, presenta un panorama muy claro de la vida después de la muerte.

Me gustaría explicarles un poco sobre la llegada de este libro. Una mujer muy espiritual falleció. Ella era un ser muy elevado, y tenía un gran deseo de comunicarse para dejarles saber a otros aquí abajo de qué se trataba.  Ella quería aclarar que no hay por qué temer por nuestros seres queridos que han fallecido. Ellos nos recibirán de nuevo con gran alegría.  Esta persona en particular fue librada de su cuerpo físico, pero tenía un cuerpo idéntico, sólo con apariencia más joven, allá arriba – un cuerpo libre de dolores, enfermedades o la vejez  que tenía cuando dejó este mundo ¿Cuántos de ustedes me  han visto alguna vez en el plano interno? Me veo muy joven y usualmente estoy vestida de azul ¿no es así? Vivaz, severa, amorosa, pero joven.

Esto es lo que dice la contraportada del libro del que les hablo: “La Sra. E. B. Duffy, autora de este libro, se conectó inesperadamente con un espíritu que había hecho la transición al otro lado y ha escrito, como si fuera una secretaria, lo que oyó”. Linda Shore, quien viene a estas clases, me trajo el libro, que fue impreso por el padre de ella, para que pudiera llegar a manos del público. Este señor es judío y es algo poco común que alguien que pertenezca a la religión judía publique un libro de esta índole.  El grupo de él en el Estado de Florida: "Fundación Para la Experimentación de las Fuerzas de Vida", fue lo que impulsó a que se llevara este libro al público y estuviera al alcance de todos. Él como yo, es de la creencia que en estos tiempos tan difíciles, cuando tantos seres queridos se nos están muriendo, deberíamos estar mejor identificados con el proceso que toma lugar.

¿No les interesa saber lo que sucede? Yo creo que es una gran aventura. Cuando yo estaba en la India, mi madre se me apareció – ella estaba en América – y me dijo: “Estoy enferma; ya quiero irme.” Entonces yo me senté y le escribí una carta de amor, en la que le dije: “¿Quieres irte ya a tu gran aventura? Tú me dejaste ir a la mía en la India, así que yo te dejo ir a la tuya si es que te quieres ir.” Y la solté, porque sí es una gran aventura.

Tenemos que educarnos en la materia que se llama vida. Estudiamos tanto en las escuelas y las universidades y recibimos títulos. Pero si yo le preguntara a una mayoría si saben cómo es el cielo, o cómo es el otro lado de la cortina, recibiría una serie de respuestas tontas e insípidas como “es paz”, “es luz”, o si fuera una clase de catecismo para menores me dirían que es un lugar donde todo el mundo toca el arpa ¡Qué futuro para anticipar – tocar el arpa por una eternidad!  No existe una idea concreta de la gran aventura que todos tenemos que emprender. Todos ustedes emprendieron una aventura cuando vinieron a este mundo. Fuiste ante un consejo y dijiste: “Óiganme, yo quiero ir allá abajo” y te preguntaron: “¿Para qué quieres ir allá abajo, qué vas a hacer?” “Bueno”, dijiste, “Yo quiero ayudar a esa gente. Es todo un lío allá abajo.” Entonces ellos te dijeron: “Está bien, ve, pero asegúrate que no te vas a convertir en parte del lío, una vez que estés allí.” Pero se nos olvidó esa parte y nos armamos un lío sin darnos cuenta. Bueno, no voy a incluir a todos en esa categoría, sólo a la mayoría de nosotros.

Los planos, moradas, o mundos de los que yo hablo esta noche son para la gente buena y sana que viven una vida igual que otro cualquiera con esfuerzos y triunfos, o pagando adeudos de karma o quizás creando más karma en ciertas ocasiones.  Yo no estoy hablando de santos, ni yoguis ni Maestros o gigantes espirituales, de los cuales hay unos cuantos, sino de la gente común y corriente, la gente regular que está luchando para hacerla lo mejor que puedan y pasar la prueba en esta caótica escuela del mundo. Hay muchos que comienzan su día en amor, lo continúan en amor y terminan hechos un as de nervios, después de un día de trabajo. Así es, comienzas tu día con amor: "¡Ah sí! el día de hoy va a ser maravilloso. Se lo voy a dedicar a Krishna o a Jesús o a María.” Mientras el día se desenvuelve, tú continúas pensando: “Sí, estoy dedicando el día, lo estoy dedicando.” Pero hacia el final del día tu cuerpo está haciendo: “Urrrrrrrr…que llegue pronto a casa”- “¡Mira como viene de lleno el metro!”.... Y, la perdiste.

La persona que falleció y que cuenta su historia en este libro dice: “Mirando en retrospectiva desde donde estoy ahora, no dejo de maravillarme como todo en la tierra tomaba tanta importancia.”2  Ah, todo es importante en la vida en la Tierra ¿no es así? ¿Qué cosas son importantes para ti ahora? ¿Encontrar una pareja, encontrar una pareja que sea espiritual, tener un hijo estrella, pagar la renta? Todo esto se convierte en épica aquí abajo ¿me comprenden? Yo le estoy poniendo cierto humor a esto esta noche porque la vida es humorosa. Espero que todos se puedan divertir con esto que les estoy contando esta noche. Esa persona no podía comprender, una vez que ella estaba mirando todo desde allá arriba, como había sido que ella permitiera que todo tomara tanta importancia. Ahora tomen algo de esto para ustedes mismos y díganse: “No voy a continuar permitiendo que este mundo sea de tanta importancia para mí. No me voy a enloquecer cuando se rompa toda la vajilla, o cuando la estufa esté prendida y lo queme todo. No me voy a desquiciar cuando llegue mi marido y diga: “¿Qué es ese olor a quemado? ¿Volviste a quemar la cena? Tú vas a responder así: “Sí querido” y vas a tener una bella sonrisa en tus labios y vas a correr hacia él y lo vas a abrazar y le vas a decir: “Tienes una esposa bien inútil, querido” y él estará de acuerdo contigo. ¿No dijo Jesús?: “¿Qué tiene que ver eso contigo? ¡Ven y sígueme!”. Jesús trató de mostrarnos nuestra trivialidad acá abajo.

Alguien me preguntó qué les va a pasar a todos los que van a perecer durante la Tribulación. Son pocos ¿saben?, sólo unos cuantos, los que van a pasar de aquí a la Nueva Era de Dios ¿Qué le va a pasar al resto? Todos regresarán a casa como los estudiantes cuando se termina el curso.  

El Sr. Frank Shore me dio permiso para que leyera algunos pasajes de su libro y así lo voy a hacer. Vamos a revisar el libro ahora, pero ustedes todavía tienen que comprarlo.

Me fascina esta parte. Se refiere a todos nosotros. Ella ya está del otro lado y dice:

 

"Yo viví, trabajé asiduamente, sufrí, amé, luché en contra de las tentaciones y algunas veces pequé, como la mayoría de los humanos. Puede que estas palabras sean no sólo el resumen de mi existencia terrenal, sino la de la mayoría de los mortales. Para aquellos a quienes estas experiencias no les fueron dadas en su vida en la tierra, están reservadas en su totalidad en la vida en la que yo todavía no he entrado."

 

Lo que quiere decir que no le puedes ganar. Ahora la parte que me encanta:

 

"Como yo he luchado y me he esforzado toda mi vida, y procuré alcanzar lo inalcanzable, muy a mi estilo, no me dejaba  a  ni siquiera morir en paz, sino que inconscientemente prolongué y pospuse la hora."  

 

Todos nosotros tratamos de posponer la hora para nuestros seres queridos.  Las personas me llaman por teléfono y me dicen: “Rece por fulano y por este otro, rece por ellos.” Nosotros posponemos la hora hasta que finalmente los vemos en agonía y nos damos por vencidos y entonces ellos se dan por vencidos ¿Qué sucede? Escuchen lo que sucede:

 

"Al fin me agoté y caí en un dulce sueño, un sueño tan relajante que en mi media-consciencia, que precedió al momento de inconciencia total, recordé que en toda mi vida sólo había experimentado uno o dos tan perfectos y satisfactorios. Por esta clase de sueño yo estaba dispuesta hasta a posponer la hora de la muerte. Cuando me desperté fue casi como ese sentimiento de culpa que tiene el que siente que ha dormido más de lo acostumbrado y por ese instante me alegré mucho de estar tan enferma que tal indiscreción se podía perdonar. El despertar fue aún más dulce que el dormir. No tenía deseos de abrir mis ojos, sin embargo yacía con un sentido de paz y tranquilidad como el que había añorado durante esos largos cansancios de mi vida, pero que nunca había experimentado ¡Qué dulce el descanso, que perfecta la paz! Si sólo fuese así para siempre. Pero ya yo estaba mejor y, después de todo, como no me iba a morir y ahora, tenía que entregarme al viejo cautiverio y volver a conocer el agotamiento y la inquietud de la vida.  En ese momento me di cuenta de que había un sonido de voces hablando en secreto en la habitación contigua. Aunque yo podía oírlos perfectamente bien a través de la puerta que estaba abierta, al principio no podía entender lo que estaban diciendo, pero entonces, cuando fui despertando más, oí una frase que  me llamó la atención: “No dudo que ella haya tenido buenas intenciones; pero también era tan peculiar”. Entonces vino la respuesta: “Sí, bastante y muy metida en que las cosas se hicieran a su manera.” De nuevo el que habló primero: “Ella tuvo que pasar por muchos problemas, pero yo no dudo que muchos de ellos fueron causados por ella misma. Así sucede casi siempre.” “Así es. Por cierto yo sé___” y a eso le siguieron unas distorsionadas y grotescas narraciones de ciertos incidentes en mi vida propia ¡Yo estaba sorprendidísima!

 

Ya saben, si alguien yace en una cama y parece que está durmiendo, pero ya se ha ido y tú fuiste a despedirte, no hables de él o ella, porque te van a oír ¿Lo entendieron? Los van a oír. Si quieren que sepan algo, díganle algo bueno, pero no estén hablando de ellos a su espalda.  Siempre, cuando están en el ataúd están presentes. Y no adentro del ataúd precisamente.  Todo el mundo va y mira adentro del ataúd ¿Por qué no miran al lado del ataúd? Yo casi nunca voy a funerales porque en ocasiones el difunto me ha seguido  hasta la casa.  Pero cuando falleció Rudi, ese santo hombre, yo fui a sus funerales. Yo estaba en la primera fila y había un pequeño espacio junto a mí. Rudi era un tipo bastante grande. Él se me acercó y quería sentarse a mi lado. Yo le hice espacio empujando al señor que estaba a mi lado y el hombre se quedó mirándome y pensando que diablos estaba yo haciendo empujándolo como si otra persona se fuera a sentar, pero él no veía a Rudi y yo sí.

¿De quién están hablando? ¿De mí - mí? “¿Ella era?” ¿Qué quería decir todo eso?  ¿De veras creerían que yo estaba muerta? Con una conciencia de culpa por haber hecho el papel de escuchador furtivo, traté de llamar a ambas eran vecinas míos y loa conocía bien. Ellas no le hizo caso alguno al sonido de mi voz y la conversación continuó sin interrupción alguna. De nuevo les hablé y hasta más alto que antes, pero ni aún así me ponían atención. Yo estaba entonces en total poder de actividad mental y totalmente olvidada de mi debilitada condición física….

Por un instante me sentí congelada por el terror….

 

-Esto es debido a que  ella vio su propio cuerpo –

 

…¡Dios mío! ¿Entonces yo sí estaba muerta? ¡Cómo les puedo describir la emoción que corrió a través de mí….!

No podía callar a esas viejas chismosas, por lo que las dejé hablando y, por primera vez en mi existencia, tuve la oportunidad de verme como otros me veían. Bueno, fue una buena lección para mí y no del todo inútil, aunque ya estuviera más allá de las influencias de la tierra. Presentaba un espejo imperfecto ante mi visión espiritual en la que mis defectos de carácter fueron llevados a una prominencia mayor mediante la distorsión; y de esa forma se me dio mi primera lección.

 

¿Pueden comprender esto? Había allí un grupo de tres: uno que las podía oír y dos que no la podían oír a ella. Ella continúa:

Éramos un grupo de tres. Excepto que una no le era visible a las otras dos. Como ellas no estaban conscientes de mi presencia, yo enseguida me olvidé de la de ellas, mientras observaba con algo de extraño a la forma de lo yo había sido.

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Esto me recuerda hacerles otra historia. A Harry no le molesta que la diga y yo sé que a su esposa no le molestaría porque yo la quería mucho. Yo fui a los funerales de la esposa de Harry  en una iglesia griega ortodoxa y llegué un poquito tarde, por lo que entré detrás del féretro. Me senté y su esposa vino y se paró junto a mí y no fue hasta el frente donde le tocaba estar.  Yo le dije: “Tienes que ir para allá adelante”. Ella me contestó: “Para qué voy a ir allí, si lo que está ahí no soy yo, yo estoy acá.” Y se quedó parada a mi lado durante toda la ceremonia. Cuando las personas comenzaron a desfilar ante el féretro le dije: “Mejor que vayas ahora y los bendigas a todos”. Me volvió a decir: “Yo no voy a ir para allá esa no soy yo.” Entonces le dije que por qué no iba y se sentaba al lado de su esposo y me contestó: “Porque está hablando demasiado y no me puede oír a mí mientras me dice lo que me quiere y lo que me va a extrañar.” ¿Ven eso? Ella estaba tratando de que él la oyera a ella, pero él no podía porque estaba diciendo algo todo el tiempo.

¿Lo estoy diciendo con humor y poniéndoselos bien claro a la vez? Todos hemos pasado por lo mismo infinidad de veces. Todos han tenido muchas encarnaciones y pasado por lo mismo una y otra vez. Hubo un caso muy extraño que le oí contar a una  persona que estaba dando una conferencia. Esta historia es real. Él falleció y lo cubrieron con una sábana. Entonces volvió en sí y quiso tomarse un café. Él no sabía que se había muerto, por lo que simplemente se levantó de la cama y fue a la cafetería del hospital. Cuando llegó se sentó y pidió una taza de café, pero no le hicieron caso. Lo repitió una y otra vez hasta que finalmente decidió regresarse a la habitación, lo único es que no podía recordar el número.  Por casualidad dio con la habitación y allí estaba cubierto de pies a cabeza. Al amanecer volvió a despertar, pero esta vez fue real, estaba en este plano otra vez y ahora estaba en la morgue donde les contó a todos su historia. Es como si Dios le hubiese permitido experimentar esto para que nosotros nos enteráramos. Esta historia es muy conocida y yo tuve la oportunidad de conocer a este señor.

Volviendo a nuestro libro, la señora nos cuenta:

¡Entonces yo estaba muerta! ¡Qué raro se siente estar muerta y sentirse tan llena de vida! ¡Cómo malinterpretamos la palabra los mortales! Estar muerto significa estar vivo con una vitalidad que la humanidad desconoce…. Yo me había quedado dormida en la tierra y había despertado en el mundo del espíritu…Me encontré en un llano que bajaba ligeramente hacia a un valle….

Toda su vida ella ansiaba estar en un plano como ése ¿Recuerdan que les conté que una vez que yo me quejé con los Maestros y les dije: “Trabajo todo el día – contesto el teléfono, hago curaciones.  Cuando voy a los planos internos trabajo también ¿Cuándo puedo tener un momento de descanso?” Y esa noche me permitieron ir a un lugar como ese llano que ella describe con una bajada a un arroyo. Del otro lado del arroyo había una especie de entrada. De ése lado estaban los muertos. De éste los vivos que estaban en el mundo de los sueños ¿Comprenden la diferencia?  La única diferencia entre estar vivo o muerto es que mientras vives hay un cordón atado a tu ombligo que te conecta con tu cuerpo terrenal. Cuando te elevas de plano por la noche y hay un ruido en tu habitación, tú vienes bajando rápidamente por ese cordón.

En el libro hay una persona llamada Margaret que es guía allá arriba. Margaret la llevó a ella a que conociera a una mujer que estaba en total desespero. Al parecer, el esposo de esta señora la había maltratado toda su vida, la mortificaba, era muy celoso, en total, le había hecho la vida muy difícil. Él había muerto. Cuando le tocó a ella llegar a ese lugar tenía en mente buscar a su marido.

La mujer la miró inquisitivamente: “¿Estás tú pensando encontrar al hombre que una vez fue tu esposo?” Margaret continuó: “Cuando estés lista para ir a él, no con un revivido amor terrenal, sino en el espíritu del amor celestial, el cual está listo para perdonar y ayudar, entonces lo verás….No tengas miedo…aquí no existen grilletes para encadenar las almas….”

“¿Entonces no existen esposos ni esposas – no existe el matrimonio en este mundo?” – pregunté yo muy seriamente.

“En el cielo, ni se casan ni se dan en matrimonio, sino que son como ángeles.”

Eso fue lo que le preguntaron una vez a Jesús: “Si una mujer tiene varios esposos ¿Con cuál va a vivir cuando esté en el cielo?” Él contestó: “Con ninguno”. No hay esposos y esposas allá arriba.

Mi madre y mi padre eran la pareja más graciosa que se puedan imaginar. Él estaba en el negocio de bienes y raíces.  Siempre andaban de mano por la calle. Estaban muy enamorados y eran muy románticos. Todos los vecinos los admiraban. Yo vi a mi madre una vez, después que ella había fallecido y le pregunté por mi papá. Por esa persona con quien había andado de mano toda su vida y me contestó: “De vez en cuando, de pasada” ¿Comprenden eso?  ¿Aclara eso un poco lo que dijo Jesús?

Entonces, en el libro, van a un lugar que parecía ser una biblioteca. La señora dice que era algo así como un templo.

“¿Tienen bibliotecas públicas aquí?”…

“Usted está confundida, esto es una biblioteca de datos que todos están permitidos leer cada vez que gusten. Aquí está todo lo pertinente a sus vidas y a las de otros. Aquí se encuentran las verdaderas biografías de la tierra, no los falsos y superficiales casos que pasan por el nombre en la vida de la que viniste.”

Ella abrió un volumen…

Yo he visto esos volúmenes, tras volúmenes, tras volúmenes,  anaqueles tras anaqueles de nuestras vidas y lo que hemos hecho. Ella leyó acerca de su marido en esos libros y decía que él era así debido a los genes que había heredado de sus padres y sus abuelos.

“Llévenme a él, llévenme a él”, gritó ella llorando. Para ella, cada momento que demorara era un reproche hasta que se pudiera parar cara a cara con él.

Fueron bajando, bajando y bajando desde ese glorioso lugar de luz donde ella se encontraba hasta llegar a un lugar de inmensa oscuridad. Margaret le habló a la esposa:

“Hija mía, no te reproches injustamente…No te sientas culpable, culpa más bien a las injustas leyes humanas y el sentimiento popular que se niegan a separar a aquellos que Dios no unió.”

En otras palabras, ella vivió con él toda una vida de infelicidad. Margaret dijo que las leyes de la tierra los habían mantenido juntos. Habría sido mejor para ellos haber vivido vidas separadas.

Habíamos entrado a un plano árido, el camino era difícil y de muchas piedras. También el cielo…parecía hacerse más y más nublado hasta convertirse en sombrío “¿Nos regresamos?” preguntó Margaret. “¡Oh no! ¡No!” respondió la mujer… “Me da tanta lástima con él” exclamó “pero no existe ni un latido de amor por él en mi corazón.”

 

El hombre estaba en un lugar húmido y oscuro. Yo he visto estos lugares de personas malignas y desesperanzadas. Nosotros hacemos nuestro propio mundo del otro lado. Creamos nuestro propio infierno. Dios no creó un infierno para nosotros. Lo que  somos y lo que pensamos, ése es nuestro mundo cuando fallecemos. Por lo tanto, asegúrense que están creando un mundo hermoso para ustedes mismos y ayudando a sus madres y a sus padres a ser alegres y felices para que ellos también tengan un mundo hermoso. No los molesten ni los mortifiquen.

Al fin él la vio. Y este hombre que había fallecido le dijo:

¡Así que al fin llegaste! Te he estado esperando día tras día desde que me enteré que habías entrado al mundo del espíritu; esperando en esta soledad hasta creer que iba a enloquecer; y sin embargo nunca viniste! Ya viste a todos los demás, por supuesto, antes de acordarte de mí.”

El mismo hombre ¡No había cambiado en nada! El haber muerto no lo había cambiado. Él se llevó a sí mismo con él ¿No les hace eso sentir que quisieran ser mejores? Pensaremos sobre esto antes de terminar la clase de esta noche.

Los antiguos sentimientos de rechazo luchaban por regresar en el pecho de mi amiga.  Le dije al oído: “Acuérdate de los libros de los datos”…(Entonces Margaret dijo,) “No debemos quedarnos aquí más tiempo”…(El hombre preguntó) “¿Me llevarán con ustedes?”…

Ahora pongan atención a lo que sucede cuando se lo llevan. Esto es lo que le pasó a este hombre.

Él suplicó con tanto desespero que su esposa no sabía que hacer. Miraba a Margaret esperando una respuesta.

“Déjalo venir si quiere” respondió Margaret

Con una alegría que aún no manifestaba, caminó junto con nosotros, olvidando sus pasadas penas en un flujo de una jubilosamente feliz conversación.

Mientras regresábamos, el cielo se hacía mas brillante y el aire más puro hasta que casi llegábamos al punto de donde habíamos partido. El hombre titubeó más de una vez en el camino, aparentemente dando traspiés con más frecuencia según los obstáculos en el camino iban disminuyendo. “No puedo ir más,” dijo… “Tenemos que pararnos aquí.  No puedo respirar y la luz casi me ciega. Deberemos de dar un poco de marcha atrás porque este clima no es saludable.”

Él no podía soportarlo ¿entienden? Tenían que dejarlo ahí hasta que, en algún momento él hiciese un esfuerzo en su alma y dijera: “Dios ¿puede alguien ayudarme?”  Entonces bajarán esos grandes trabajadores, esos ángeles, y lo elevarán.

Mi hermano era alcohólico y cuando regresé de la India no sabía que él había muerto – se les olvidó decirme un insignificante evento como ése. Por lo que le dije a mi otro hermano: “¿Dónde puedo ver a Walter?” Su cara casi se le cayó y me dijo: “Walter murió hace tres años.” Pero yo no dejé que eso me desconcertara. Me fui a buscarlo en el plano interior y lo encontré. Él había sido alcohólico y estaba atado, simplemente sentado atado en toda desesperación. Yo me le acerqué con luz y amor y no tuve que decir nada, lo vi elevarse a los cielos.

Ése es el tipo de trabajo que nosotros podemos hacer. No debemos criticar a un borracho. No tenemos que criticar a los drogadictos. Lo que tenemos que hacer es enviar nuestra luz y elevarlos. Ése es nuestro trabajo, el de todos nosotros que estamos aquí. Somos trabajadores de Dios. Esa señora aprendió a trabajar para Dios en los planos internos.

En el libro, fallece otra señora. La llevan a varios lugares allá arriba, pero ella continúa buscando lo que era su idea del cielo. Pide que le den un arpa y se la traen y se sorprende porque no la sabe tocar. Entonces pregunta incesantemente por Jesús, porque, según ella,  si Jesús no está ahí, entonces ella no está en el Cielo. En su iglesia le habían dicho que tendría una vida eterna con Jesucristo, por lo tanto continuó sintiendo miedo, ciega a la luz allí presente ¿Qué le podrían decir? “En la casa de mi padre hay muchas moradas”. Si quieres estar con Jesucristo tienes que ir a la morada más alta que existe. Yo le pregunté a un doctor que falleció: “¿Viste a Jesús?” porque yo sabía que él era católico. Él me respondió: “Sí, lo vi al pasar” Eso no quiere decir que no vamos a estar con Jesús. Jesús nos está enseñando que hacer y cómo vivir para hacer de la Tierra un lugar maravilloso. Jesús está bien ocupado ¿no es así? ¿Puede el sentarse en un cielo y enseñar a unos cuantos? ¿A un grupo? No, Él nos está guiando a todos al mismo tiempo. Nos está enseñando a convertirnos en lo que Él fue – el Cristo en nosotros.

Ahora voy a cambiar del tema de este libro. Alguien me ha preguntado cuál es la relación entre Jesús y los OVNIS ¿Dónde está Jesús en esto? Esta es su dispensación y los OVNIS han bajado a ayudar en su dispensación. Alguna vez  podrán ir a los planos del Consejo Intergaláctico y verán a Jesús ahí. Todo es uno trabajando por el bien ¿Están comprendiendo eso? No hay separación en Dios.

Voy a cerrar esta parte con un poquito de gloria sobre el tema. Dos hombres fueron para el otro lado. Ambos eran de avanzada edad, ambos con joroba y temblando. Uno de los dos permaneció así. Se encontró con que la enfermedad de los años continuada en él, su poder mental aun debilitado y su espíritu había llegado a un alto. Completamente ciego a toda la belleza que lo rodeaba, decía que ese lugar no podía ser el Cielo porque esa no era la forma en la que él se lo había imaginado. El otro hombre igualmente débil cuando salió del mundo, perdió todo signo de vejez al entrar en el mundo del espíritu. Su porte se enderezó de inmediato, sus pasos eran firmes. Entró de inmediato en su verdadero ser.

A veces se toma algo de tiempo si la persona no ha sido enseñada a dejar que ocurra la transición. En ocasiones esto toma un largo tiempo. En el caso de mi padre, quien era un agnóstico, el tuvo que esperar por cinco años (en nuestro tiempo) en el plano interno y entonces se me apareció, tenía veintitrés años. Mi madre que era dos años mayor que papá, algo que siempre le molestó, - siempre mintió acerca de su edad (madre, perdóname)- También lucía como si tuviera veintitrés. Al fin lo pudo arreglar en el otro lado.

¿Se han beneficiado en algo esta noche? ¿Se han beneficiado de alguna forma al enterarse de cómo son las cosas del otro lado? Hagan su propio mundo, el mundo que quieran aquí. Vamos a decir que has ansiado tener una casa, tu casa perfecta. Cuando llegues al otro lado esa casa estará ahí esperándote. Pero sólo si tienes poder de voluntad propia. Si lo desarrollas aquí. Si tienes inercia y eres muy dejado y el tipo de persona que dice que la próxima semana va a meditar o quizás en seis meses cuando termine el trabajo que está haciendo, entonces, al llegar al otro lado, lo que planeaste va a estar por la mitad ¿Está esto claro para ustedes? Uno hace su propio cielo y su propio infierno en los otros planos. No hay ángeles condenándote allá arriba. No hay santos que te estén condenando allá arriba, Jesús no te está condenando. Dios no nos está condenando.  Nosotros mismos somos los que nos estamos condenando y al llegar allá nos daremos cuenta que no hemos preparado un buen lugar para nosotros ¿Les queda esto claro? Yo creo que todos ustedes ya han creado un buen lugar, pero no quiero que se vayan todavía. Por lo tanto,  quiero que canten esa canción que dice: “Rema, rema, rema tu bote suavemente por la corriente/ Felizmente, felizmente, felizmente, felizmente,  la vida es sólo un sueño.”  ¿Ya les quedó claro?  Hagamos algo bueno de este sueño. Hagamos un sueño maravilloso acá abajo.  Digamos “¡Al demonio con las tribulaciones! Nosotros vamos a estar aquí arriba en espíritu ahora sin esperar a que lleguemos al cielo.” Vamos a traer el cielo a acá abajo.

Así como ellos pueden pensar y crear ¿no pensamos y creamos nosotros acá abajo? ¿No han notado que a veces han estado pensando en alguien y se encuentran con ellos? ¿No les ha ocurrido que han pensado en algo o leído algo y luego lo han visto en anuncios o espectaculares? ¿No creamos nosotros aquí? Sólo que es algo más lento. Algunas personas se empiezan a quejar de su salud desde que son muy jóvenes y están  diciendo: “Estoy enfermo. Estoy enfermo. Me siento mal”.  “¿Cómo estás hoy María?” “No estoy muy bien que digamos. Es un mal día para mí. Ha estado lloviendo y hubo mucho viento” Quizás no estén muy mal ahora, pero esperen unos años y verán manifestarse a todo eso de lo que hablaron.

Y ustedes ¿de qué han estado hablando? Tengan mucho cuidado. Cada palabra que dicen entra en el éter. Se dice que eventualmente podremos traer las palabras que dijo Jesús, y las palabras de Moisés y las palabras del Buda. Espero que no traigan nuestras palabras.

Hemos hablado de pasar al otro lado y regresar a casa. Hablemos ahora de curaciones para ver si podemos quedarnos más tiempo en esta escuela y quizás tomar un curso de postgrado en el arte de vivir a lo máximo y en gran abundancia. Para ser saludable y vivir en abundancia hay que ser holístico.  ¿Qué quiere decir holístico? Examinémoslo juntos. Claro que conocen la palabra, pero vamos a pensar un rato. Para los Maestros en la Jerarquía, holístico quiere decir integrado completamente, todos los cuerpos trabajando juntos – eso quiere decir  el mental, el físico, el emocional y lo que somos en alma, todos en coordinación.

¿Cuántos han vuelto a su casa y regresado desde que están aquí sentados – en su pensamiento, en su cuerpo mental? Levanten la mano. Déjenme ver cuantos me dejaron. Ah ja! ¿Cuántos se revolvieron emocionalmente con lo que dije y lo que conté? Hmm ¿Ya ven? No son holísticos.

Deberíamos de estar pensando, sintiendo y actuando como uno sólo. Entonces nuestra alma puede venir al frente. En ocasiones nuestro cuerpo mental está en total control porque hemos estado estudiando con este maestro o con este otro y asistido a un grupo de  talleres y conferencias. Sí, estamos controlados porque sabemos que no debemos ni podemos ser negativos. Estamos bajo control. Así es, tenemos que estar en control de nosotros mismos; no podemos decir nada negativo. Esa fue la primera lección que nos enseñaron.  Sí, tenemos control físico porque hemos estudiado  hatha yoga y raja yoga. Pero, qué de ese témpano de hielo que está escondido debajo de todo eso.  En un témpano de hielo las dos terceras partes están escondidas debajo del agua, esas representan las emociones y un tercio está por encima del agua ¡Oh, esas emociones!

Durante la guerra, un amigo llamado Jan, estaba velando en las trincheras. Había guardias estacionados en cuatro postas y se rotaban entre sí. El guardia de la segunda posta iba a la primera el de la tercera a la segunda, el de la cuarta a la tercera y el de la primera ala cuarta. Esto era para asegurar que no se quedaran dormidos. Este amigo era algo psíquico. Una noche vio a un guardia acercarse. Estaba lloviendo. Cuando llegó a un charco desapareció en la lluvia. Cinco minutos después volvió a ver al mismo hombre bajando las escaleras ¿Qué fue lo que pasó la primera vez? Los pensamientos, el cuerpo mental. El soldado estaba sentado, quizás fumándose un cigarro, y se puso a pensar que al rato tenía que salir a la lluvia y cambiar de posta, por lo que su cuerpo mental se le adelantó y luego desapareció. Unos minutos después él fue en su cuerpo físico. Falta de control. En lugar de sentirse cómodo cuando estaba cómodo y luego levantarse cuando se tenía que levantar. Eso sería ser holístico.

Cuando yo estaba en el ashram de Shivananda en la India – Oh, yo era joven y ardiente – me levantaba a las 4:30 de la mañana y caminaba en la oscuridad a la sala donde se hacía yoga. Yo me sentía llena de vida parándome de cabeza para encontrar a Dios – Llegué al salón y me acomodé para comenzar mis ejercicios, cuando oí a dos yoguis hablando. Uno tenía un pequeño taparrabos puesto – él había entregado todo en el mundo excepto su taparrabos. El otro también había entregado todo, excepto el taparrabos.  Para mi horror me di cuenta que estaban discutiendo porque uno le dejaba al otro usar la almohada que él tenía para pararse de cabeza. Y así pasaron un largo rato. Yo me quedé desvastada, pensar que habían entregado todo, menos una almohada ¿Dónde se encuentran nuestras almohadas? Tienen que pensar qué es su almohada.

Cuando estaba con Nityananda salí al bosque – determinada como siempre a encontrar a Dios. Allí entré en la oscuridad en una de las albercas. Hay una tan caliente que sale uno colorado como si lo hubieran hervido. Después salí y encontré el árbol que supuestamente era en el que se sentaba Nityananda. Ahí me senté pensando “Esto sí me va a ayudar a hacerla”. Estaba yo sentada meditando en una posición perfecta cuando oigo unos pasos sobre la hierba y las hojas que se acercaban y oí una violenta voz decir: “¿Usted no se puede sentar debajo de este árbol” Yo abrí mis ojos y le pregunté: “¿Por qué no?” Había una infinidad de árboles allí, era una foresta. Una jungla. Y él me contestó: “Porque ése es mi árbol”.

Ahí aprendí a decir: “Sí señor, sí señor” Le dije que estaba bien y él me dijo que buscara otro árbol y yo le di las gracias. Por eso me las puedo entender en Nueva York ahora. Si alguien me dice que ése es su estacionamiento yo le digo: “Claro que sí, tómelo, por favor”. Tienen que aprender a darse por vencidos.  ¿No dice la Biblia: “No resistas a tu adversario no vaya a ser que te dañe”? Pues yo pensé que éste adversario me iba a dañar.  Este yogui había entregado todo también, excepto un árbol. Si de verdad hubiera sido espiritual, me habría visto sentada allí y se habría ido para otro árbol.

¿Pueden encontrar en sí mismos algunos signos de auto-preservación? Quizás haya que cargar algunos paquetes y hay un paquete grande y uno chico. Porque tienes dolor de espalda dices: “Mejor llevo al paquete chico porque me duele la espalda y dejo que el otro lleve el paquete grande.” Eso es auto-preservación – en lugar de tomar un fuerte suspiro y decir: “Yo llevo el mayor, gracias” y confiar en que Dios se ocupará de tu espalda ¿Qué tanta auto-preservación tienes en ti?  ¡Ah y los asientos en el metro! Yo puedo hablar acerca de eso porque cuando yo viajaba en el metro durante la hora pico, las puertas se abrían y wooooooo , todo el mundo entraba. Yo me quedaba atrás. No porque creía que iba a encontrar un asiento, yo simplemente me  quedaba atrás. Y luego me pasaba que cuando entraba, encontraba un asiento vacío que nadie había notado. No era porque me lo cedían por ser mayor, porque estoy hablando de cuando era joven. Simplemente sucedía.

En la edad de piedra, necesitábamos tener esa auto-preservación como arma. Y teníamos que tener adrenalina. “Wow ¿Qué fue ese sonido? ¿Quién viene a atacarnos? ¡Pon la piedra grande de la entrada a la cueva! ¡Entró un animal grande aquí!... Ya no necesitamos eso porque tenemos a Dios. Lo que necesitamos ahora es ser más libres y confiar en el Señor y librarnos de esa auto-preservación.

Observemos la astucia en esto. Veamos si nos hemos liberado de la indignidad a través de Dios, ahora eliminemos de una vez este último vestigio de ego en nosotros en este momento. Cierren sus ojos por un momento, en la misma posición en que están, tan incómoda como ésta sea.

El ego causa discordia y todo tipo de enfermedades mentales y corporales sin ni siquiera mencionar las emocionales. Eso quiere decir que  nosotros dependemos de Dios para nuestras necesidades diarias. Si tratamos de mantenernos aferrados a nosotros mismos y a nuestras necesidades, no funciona. Requiere fe despegarse y saber que va a haber un asiento libre en el metro o en el autobús, mientras que otros empujan para subirse.

Dios proveerá: “Busca primero el Reino de los Cielos y todo lo demás te será dado por añadidura” es una realidad no un sueño. Yo quiero que puedan salir adelante en estos tiempos difíciles que se aproximan. Todo ha sido un poco más difícil desde que ocurrió la Convergencia Armónica ¿no es así, queridos míos? Es la hora de la decisión. Tienen que decidir qué es lo que van a hacer: si se van a quedar en la Ciudad de Nueva York o si se van a salir de ella; si van a ir a Boulder, Colorado o no. Hay decisiones que tienen que tomar ahora y deben hacerlo con su propia intuición. Yo les estoy dando una instrucción, pero ustedes tienen un mejor maestro en su interior que se llama intuición – el maestro en ti. Ése nunca los va a mandar por donde no es, si lo saben oír.

En el libro del cual hablé anteriormente hay una parte que se me escapó y es cuando la señora que falleció ve desde arriba un círculo, un círculo espiritual. Dice que vio a cuatro de sus antiguos compañeros sentados en una sesión. Vio todo tipo de espíritu alrededor de ellos listos para pegársele a cualquiera. Una de las señoras era un poco coquetona, por lo que cuando los espíritus le hablaron, le hablaron en ese lenguaje. Otra persona tenía sus propias ideas y un Maestro que estaba tratando de que le entrara una idea en su cabeza no pudo porque ella era demasiado cerrada. Otra de las personas sentadas ahí era un ser muy elevado. Parecía tener como una fuerza protectora a su alrededor, no había entidad de un nivel más bajo que se le pudiera acercar, por lo tanto el que le habló fue el Gran Maestro o la Divinidad.

Tenemos que estar seguros de que nuestra intuición no esta siendo alimentada por influencias externas más bajas del mundo. Puede ser que estés sentado en tu casa, tranquilo, sintiéndote bien  y de prontos te sientes irritado. Pensarías: “¿A dónde se ha ido mi mente? Y al rato te darás cuenta y dirías: “Oh ya sé, se fue hacia fulano que debe estar pasando por algún problema.” Pero si no eres un conocedor nada más pues te sentirías irritable en lugar de darte cuenta de lo que sucede y ayudar a esa persona con una oración.

Mantén un campo de fuerza a tu alrededor todo el tiempo. Párate firme y visualízalo a tu alrededor, a tu frente, a tu espalda, a tu izquierda, a tu derecha y arriba de ti cubriéndote totalmente. Camina esta Tierra dentro de ese campo de fuerza. Entonces la tribulación no te alcanzará ¿Pueden entender esto claramente? Es por esta razón que yo me paro aquí a hablar.

Un joven me llamó por teléfono para decirme que había soñado conmigo y que yo había tocado su mano. Él me preguntó si habría otros presentes en el sueño y quería saber que era lo que yo le había dicho. Yo no quise comprometer a nadie ya que había tantos de ustedes en ese plano interior donde yo toqué su mano, el mundo de los sueños. Pero lo que tengo que decir ahora se lo digo a todos y no sólo a él. Voy a repetir lo que le dije a él y a ustedes en el plan interior. Yo me desperté cuando lo estaba diciendo, muchos de ustedes estaban ahí. Y las palabras todavía resonaban en este plano cuando regresé. Esto es lo que dije: En la mañana cuando se levantan van al baño y se lavan la cara y los dientes y se ven el espejo.  Yo quiero que se miren en ese espejo y lo usen como un medio para obtener salud y positivismo. Es algo simple que les estoy dando. Cuando se vean en el espejo por la mañana véanse saludables. Vayan más allá de las limitaciones.  Digan: “Todos los días en todo respecto me siento mejor y mejor. Todos los días en todo respecto soy más y más hermoso. Todos los días en todo respecto tengo más abundancia”. Sólo vean el espejo y no se vean así mismos, sino digan: “¡Oh, soy bello! Estoy tan saludable, tengo tanta abundancia. Tengo todo lo que necesito en el mundo. Todo está de maravillas” Y así lo creas. Porque creándolo en el plano interno lo creas en este pleno terrenal que es más grueso.

Vi a un señor por televisión que tenía el SIDA. El lucía muy bien. Le dijo a toda la audiencia: “Mírenme, yo me paro ante el espejo todas las mañanas y me digo lo bien que luzco” Comentó que los doctores le habían dicho que su caso era terminal que se alistara para morir y de eso hace cuatro años. “Mírenme ahora” continuó “Puede que todavía tenga el SIDA, pero véanme. Mi amigo que hace seis años tiene el SIDA está aún en mejores condiciones que yo.” Este hombre lucía verdaderamente hermoso y saludable porque no se paraba delante del espejo a quejarse: “Ay Dios mío me estoy muriendo. Me estoy muriendo de esa enfermedad, me siento tan enfermo. Mira mi cara como está; mira mis arrugas. Mira…Ay Dios mío” ¡No! No vean eso. Vayan al espejo y díganse” “Soy tan hermoso, soy divino. Vivo en la abundancia”. Vamos a decirlo todos juntos: “Yo vivo en la abundancia. Estoy radiante. Soy hermoso. Soy perfecto. Vivo en la abundancia. Soy hermoso.”.

Quizás eso suene muy trillado para algunos. A lo mejor no lo pueden tomar en serio. Pero sin embargo sí saben quejarse ¿Por qué estar quejándose? Por lo menos no lo hagan más. No queremos quejosos por aquí.  Van a mirarse en el espejo todas las mañanas. A ver ¿cuántos van a hacerlo? Bien ¿Cuántos no van a hacerlo?... ¿Hay alguien que no tenga un espejo?

Ahora vamos a hacer una pequeña oración por el Día de Gracias. Observa cuántas cosas tienes por las que te debes sentir agradecido. Yo voy a decir algunas y ustedes den gracias interiormente. Por favor comiencen con aquellos que los trataron mal y den gracias por ellos, porque son ellos los que les hicieron desarrollar una fuerza.  Penetremos profundamente en nuestros corazones en gratitud por la vida. Dios mío, gracias por haberme permitido llegar a este mundo y encontrarme con mis amigos, así como los enemigos que me hicieron fuerte. Demos gracias por nuestras madres que nos dieron vida en esta Tierra. Demos gracias por nuestros padres cuyos genes nos dieron vida en esta Tierra. Hay tanto por qué dar gracias – por el sol que vemos, por nuestra vista, por el sonido de la música. Yo doy las gracias por los que fielmente han venido aquí a oírme. Doy las gracias por la diversión en sus corazones que los hace reír. Ahora cada uno en silencio dé gracias por sí mismo ¿Cuántas cosas puedes agradecer? Haz una lista larga.

Yo doy gracias por María, por su dulzura.  Permítenos María, sentirte en este momento. Yo doy gracias por los extraterrestres, los hermanos que tienen fe en nosotros para que este mundo se desarrolle.

En este silencio oremos cada uno de nosotros para que en estas elecciones que se aproximan las personas correctas queden electas, que la guía divina descienda y elija a las personas correctas para que nos saquen de los problemas en los que estamos metidos. Por favor, que las personas correctas sean electas.

En este momento le pido a los que estén enfermos que se abran y permitan que penetre en ustedes el santo poder sanador que fluye por este lugar en este momento. Que fluya por ustedes en este instante y que ustedes puedan dar gracias, que puedan caminar derecho.

Los que estén deprimidos, suelten su depresión. Pongan esa muralla de luz a su alrededor, el campo de la fuerza de Dios a su alrededor. Los que vinieron a curarse acepten su curación en este momento. O ángeles sanadores, vengan y tóquenlos. Skanda, vuela sobre ellos y tócalos.  Permitan que las sanaciones se lleven a cabo en este momento. Permitan que el Espíritu Santo descienda sobre ustedes.

Voy a rezar como rezo con ustedes por teléfono. Así es como yo rezo cuando alguien me llama diciéndome que está enfermo: Jesús. Jesús. Jesús.  Nos has dicho que lo que pidamos en tu nombre se concede.  Estoy pidiendo en este momento, Jesús, que a los que estén enfermos aquí presentes los toques en este momento, que sientan tu presencia. Que entres en ellos y que  María esté a un lado de ellos. Santa Teresita del Niño Jesús. San Martín de Porres. Por favor, Jesús, te pido una y otra vez, sana a estas criaturas amadas en este momento.

Todos los que necesitan ser sanados acepten esta curación. Tienen que aceptarla con fe. Crean en milagros.

Jesús, toca a todos aquí con tu gran poder. Envía a tus ángeles sanadores en este momento y que toquen a estas personas que necesitan que sus cuerpos, sus mentes y sus corazones sean sanados. Que el poder descienda sobre ellos en este momento.

Demos gracias. Digan: “Doy gracias por mi curación.” Regresen a sus casas, acuéstense y despierten sanos y completos.  Digan: “Yo creo en milagros, te de doy gracias Dios por mi sanación.” Háganlo desde ahora.

El amor fluye aquí ahora. El amor está fluyendo. Por favor que la curación tome lugar ahora. Por favor, crean en este momento. Éste es tu momento. Es tu momento ahora, no mañana. Tu momento es ahora. Por eso damos las gracias. 

A todos, a los que no están aquí esta noche y se están sintonizando con nosotros -  una persona me llamó hoy de la India – Envío amor en las alas de Dios. Enviemos ese amor alrededor del mundo.

Eleven sus manos y reciban. Ahora volteen sus manos al mundo y den su bendición.  Todos – no deje de hacerlo nadie.  Ahora hagan una cúpula sobre el mundo – sobre la ciudad de Washington, o en alguna otra parte de los Estados Unidos o del mundo entero.

Doy las gracias. Doy las gracias. Estoy agradecido. Estoy agradecido. Estoy agradecido.

No hay mucho más que decir, excepto que todos damos las gracias desde el fondo de nuestros corazones por ser nosotros mismos. Ámate a ti mismo ahora. Ámate a ti mismo. Cada mañana ámate a ti mismo. Mírate en el espejo y ámate a ti mismo. Alégrate de que eres tú.  No desees ser nadie más que tú. Tú mismo.

¿Se han amado a sí mismos alguna vez? No en forma de ego, sino porque has tomado forma por Dios acá abajo para hacer Su trabajo. Ámate con todo tu corazón. Amor. El amor es la llave.

Cualquiera que haya sentido que recibió una curación esta noche, se podría poner de pie. Gracias. No existe enfermedad que sea demasiado fuerte para Dios.  La hacemos fuerte en nuestras mentes porque leemos los periódicos ¿Comprenden eso? El SIDA no es demasiado fuerte para Dios. Nada es demasiado para Dios.  No hay problema en el mundo que sea demasiado grande para Dios. Tú y Dios son una mayoría.

¿Qué más hay  por decir? Nada. Nos regresamos a casa y en la mañana se miran al espejo y se dicen a sí mismos lo maravilloso que son. Si no tienen trabajo digan: “Tengo el mejor trabajo del mundo”. "Tengo abundancia. Tengo tanto dinero" ¡Es algo maravilloso! Dejen de refunfuñarle a Dios, porque a Él le llegan todos los mensajes de todo el mundo y Él mismo dice: “Ella no tiene dinero. Pero ella no quiere dinero, por eso siempre dice no tengo dinero, no tengo dinero, no tengo dinero, ya comprendo”. Digan: “O Dios mío, yo tengo tanto que se desborda y la abundancia está bendiciendo al mundo.” Cuando vengan a ver, ya está sucediendo.

Confíen. Vamos, chicos, despierten. Despierten esta noche. Que ésta sea la noche de su despertar.

 

Recuerda que eres la luz.

 

***Fin la Plática***

 

Notas:

1.                E.B. Duffy, After the Change called Death (Flagler Beach, FL: Life Forces Research Foundation, 1987)

2.                2. Idem. p 2

 


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