Extracto de la Lección del Martes 13 de Mayo 2008

 

DE NUESTRO DESARROLLO

 

Si no estás inspirando y expirando amor y enviándoselo al mundo, no estás cumpliendo con lo que ya sabes.

Si no estás dedicando tiempo a tu meditación, no esperes grandes avances de conocimiento espiritual  en tu vida.

Si no crees que la contemplación y la meditación son esenciales para tu desarrollo, estás perdiendo una buena oportunidad en tu existencia.

Si estás complacido con tu forma de ser y de pensar y crees que sabes más que la mayoría y que eres más puro y sincero que muchos otros, te estás engañando.

Si crees que no te toca examinarte, verte interiormente y ser humilde de corazón, estás yendo en contra del conocimiento de los más sabios que han pisado la tierra.

¿Para qué entonces han venido tantos sabios y conocedores de la realidad y han escrito tantos libros y se han abierto a nosotros y han dedicado su vida a que los otros seres humanos comprendamos?

Los santos y los sabios nunca están complacidos con sí mismos. El ser humano vive con la ilusión de que si es honesto y no le hace mal a nadie, está por arriba del promedio. Sin embargo  tiene que comenzar a comprender que si tuvo la suerte de volver a encarnar tiene que haber una razón para ello y si ha tenido el privilegio de haber nacido en condiciones favorables para su crecimiento, debe sentirse muy agradecido y buscar en él lo que lo guía para no perder la oportunidad que él mismo pidió y que le fue concebida.

El ser humano vive bajo la ilusión de que si va acumulando logros en la Tierra, ése es su desarrollo. Muchos de esos logros ya los llevaron a cabo en encarnaciones pasadas, por eso nacen con ciertas tendencias y esas tendencias le ayudan a vivir en la Tierra y al mismo tiempo son ventajosas para otros. Pero eso es solamente una parte. De nada valen los logros que uno tenga en la Tierra, si esos logros no han tenido un significado que vaya más allá del simple hecho y uno se haya desarrollado a través de ellos, no sólo en términos del intelecto sino también del alma.

Cualquier aspirante al conocimiento, mantiene su consciencia en la Divinidad, ya sea en supuestos logros o en supuestos fracasos. Usualmente nos presentan la vida como una pista en la que llevamos a cabo nuestro acto. Según lo que logremos seremos clasificados. Pero esa clasificación no viene sólo de la sociedad en que vivimos si también de nosotros mismos. Cuando ciertas personas sienten que no están logrando lo suficiente en la vida en términos terrenales, toman diferentes actitudes, pero la mayoría comienza a sentirse acabado o desilusionado y desarrolla una indiferencia hacia sí mismo, por eso no puede salir del estado en que ha caído. Otros, sin embargo parecen vencer los obstáculos y salir adelante. Pero eso no se debe sólo a sus habilidades, sino a su fuerza interna. Ya que vemos que hay individuos que por mucha ayuda que reciban, no pueden salir de ese espacio que han creado. La psicología explica todos estos casos y los diferentes comportamientos pero en realidad no puede llegar a las profundidades del alma, puesto que nuestra historia no comenzó en el vientre de la madre.

Lo más triste de ver en este mundo es el engaño en el que vive el ser humano, ocupándose a veces de lo que menos se tiene que ocupar. Un ser humano viene con un talento y lo desarrolla y eso es lo más aceptado que existe en la sociedad, siempre y cuando sea un talento que la sociedad entienda. Pero no todos los seres humanos nacen así. Está, con frecuencia, el que no posee un talento definido que lo pueda guiar en una cierta dirección. Esos son los menos afortunados, según la sociedad, es por eso que si una persona no tiene un talento que pueda ser reconocido, lo inventa. Y no sólo lo inventa sino que vive totalmente convencido del mismo porque le ha dado una seguridad antes desconocida.

En términos reales, a tu alma no le interesa mucho que talento escojas para desarrollar en tu vida cotidiana, siempre y cuando tu mente esté tranquila. Pues es sólo con tu mente tranquila que podrás estar donde tengas que estar, cuando debas estar.

¿Qué ambición mayor  puede tener el hombre que la de poder percibir lo que le toca hacer en este mundo en términos reales? No en términos sociales, sino en términos reales. Mediante los cuales estaría creciendo en el conocimiento de sí mismo, sin alardes de ninguna índole ni esperanzas de reconocimiento, más que aquellos que tengan un valor permanente en el desarrollo de su espíritu y que lo lleven a una consciencia más elevada ya que eso es lo único en lo que él puede confiar por una eternidad.

Se nos dan estas lecciones para que encaminemos nuestras mentes por una vía correcta. Para que no dependamos de logros que no son logros reales ni eternos. Para que en nuestro sentido de valores esté por encima de todo, nuestro acercamiento a Dios. Pero no inventemos acercamientos que no sean reales, no formemos ideas que no tienen una verdadera base. Mucho de lo que hacemos en la Tierra, ya lo hemos hecho en vidas anteriores y solamente estamos repitiendo.  Muchas vidas son repeticiones de una vida anterior para que podamos corregir nuestros errores. Es por eso que algunos consideran la Tierra como una especie de purgatorio en el que se nos presentan situaciones para cumplir con errores que cometimos en vidas pasadas. Mientras más nos dedicamos a la contemplación, más aptos estamos para enfrentar esas situaciones y hacer que vayan por el camino que deben de ir.

 


Volver al Índice de Lecciones de Lionel

Principio

 

Introducción

 

Enseñanzas de Hilda

 

Acerca de Hilda  

Acerca de Lionel

 

Artículos de otras fuentes  

Correo