LECCIONES DE LIONEL
Lección del Martes 20 de abril de 2010
Cada vez que nos reunimos es con el
propósito de reflexionar. El mundo entero está lleno de personas con
ideas y conceptos, pero son muy pocos los que profundamente saben
por qué ni para qué están aquí. El saberlo no es solamente el
haberlo escuchado sino que tiene que ser un conocimiento a fondo
para el cual se necesita un interés mayor a cualquier otro interés
en la Tierra. Si estamos distraídos con el plano terrenal y éste
toma nuestra mayor atención e interés no se nos hace posible
profundizar en nosotros mismos lo que tendríamos que profundizar
para llegar a un entendimiento que eventualmente nos llevara a la
iluminación. Eso es lo que todos esperamos, aún sin estar
conscientes de ello. Como todo en la vida, el alcanzarlo requiere
interés, práctica y una creencia total en lo que uno está haciendo y
la esperanza de llegar a alcanzarlo. No se puede convencer a nadie y
mucho menos demostrárselo. El entendimiento viene por sí mismo de
acuerdo con el estado interno del aspirante. Lo que quiere decir que
el aspirante tiene que desarrollar un deseo que rebase toda otra
ambición y toda otra expectativa. Esto tiene que desarrollarlo el
aspirante por sí mismo, porque aún cuando le llegue la hora en su
existencia en la cual él o ella podría comenzar a descubrirse, si no
está mentalmente preparado o lo suficientemente interesado y está
distraído con otros intereses, no va a lograr centrarse en lo que se
tiene que centrar ¿Por qué creen ustedes que ciertos seres se aíslan
de la sociedad y dedican su vida entera a la búsqueda interna? Eso
se debe a que, en su subconsciente, ya saben lo que tienen que
hacer. Puede que un ser que se desvió por completo de su camino en
una encarnación, aunque no haya hecho nada drástico en su contra,
decida dedicar su siguiente encarnación a la entrega de sí mismo
viviendo una vida austera concentrándose en recuperar el tiempo
perdido. Hay una infinidad de diferentes situaciones por las que
puede pasar un ser en el plano terrenal. Algunas han sido creadas
por sí mismo con el prepósito de liberarse de un cierto karma otras
simplemente son para adelantar su desarrollo y llegar al punto de no
tener que regresar de nuevo a la Tierra. Aunque esto parezca
complicado, es exactamente lo que está sucediendo constantemente en
la vida cotidiana de cada uno y es algo que el ser humano no alcanza
a ver y mucho menos comprender. Observen las diferentes vidas que
han llevado los diferentes seres humanos. Cada una tiene una base y
una razón total, tanto el que nace para ser rey como el que nace
para mendigo. Si no podemos ver la mano de Dios en todo y lo no sólo
difícil sino complicado que es el término de vida de cada ser
humano, cómo vamos a pretender conocernos a nosotros mismos. Eso es
lo que va encontrando y reconociendo el ser humano en su trayectoria
y su desarrollo. Nunca permitan que el mundo los confunda de
tal manera que olviden la realidad para la que existen. El camino
requiere fe, dedicación y algunas veces hasta mortificación. No
podemos entregarnos en la vida solamente a nuestros deseos y
nuestros logros, estos tienen mucho menos valor que el que nosotros
les damos. Lo que verdaderamente cuenta, como ha sido ilustrado a
través de la historia, es nuestra apertura para servir a Dios, que
no es más que el saberse conectar internamente para que entonces se
presente ante nosotros lo que en realidad tenemos que hacer. Esto no
siempre coincide con lo que queremos hacer. Y eso es lo que se llama
“la entrega”. Examinemos entonces cuales son nuestros
deseos, cuál es nuestra meta y no nos engañemos haciéndonos creer
que nuestras actividades son por Dios. Nosotros nos podemos engañar
a nosotros mismos, pero en otro nivel solo existe la verdad.
Examinen sus vidas y observen sus propósitos, eso se los dice todo. Si Dios nos da la oportunidad de llevar una
vida de servicio sin avaricia ni orgullo, para qué la vamos a
convertir en otra cosa. Enfoquen su vida a su desarrollo y
superación, no se dejen llevar por los intereses de los demás. Puede
que ganes más llevando una vida sencilla, pero llena de amor, de
esperanza y humildad que obteniendo grandes logros en el plano
terrenal que, verdaderamente, si no están para ti nunca lograrás
alcanzarlos, no importa la energía y el empeño que le pongas. Tomen esto en serio, muchos desearían estarlo
oyendo ya que es una verdad muy sólida. Dediquen esta vida más al
acercamiento a Dios y a la gracia divina que a logros que solamente
les han a servir mientras estén en la Tierra. Sí, debemos ser
productivos y podemos llevar al cabo algunos de nuestros deseos,
pero tenemos que estar conscientes de nuestra meta real y no
engañarnos por el hecho de que somos buenos y honestos. La elevación
de nuestro espíritu requiere mucho más que eso, hay todo una meta
que tenemos que alcanzar y no está en valores terrenales. Por favor
entiendan esto que viene de sus hermanos mayores que ya han vivido
al igual que ustedes están viviendo hasta llegar a un entendimiento
que va mucho más allá de valores y virtudes.
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