LA DES-IDENTIFICACIÓN

Extracto de la plática de Lionel del 30 de Mayo 2006

Por favor, presten atención cuando se presente el encabezado de lo que se va a hablar hoy. Si no absorben el encabezado, no van a poder captar el resto, porque todo lo demás que viene se refiere a lo mismo y es un punto esencial para aquellos que están en la verdadera búsqueda del entendimiento.  El entendimiento no es volverse santo, ni actuar como un santo, porque lo que ustedes conocen como santos, son así porque llegaron a un entendimiento. Nadie puede sentirse santo porque es bueno, ni porque va a los templos ni, como dicen muchos, porque “cumplen con Dios”. Nadie puede cumplir con Dios sin saber lo que está  haciendo. Ni siquiera podemos ser jueces de nuestras propias acciones, sólo reos de ellas. Que es en sí lo que somos todos, reos. Reos de todo lo que hemos inventado creyendo que era lo mejor para nosotros, porque sentíamos que eso era lo que queríamos y eso era lo que nos iba a hacer feliz. Pero a donde quiera que vayamos, vamos a llevar nuestras propias ideas, nuestras propias deducciones que están basadas en deseos, no en conocimiento, porque el conocimiento aún no lo tenemos. Vemos a una persona que tiene algo o que vive de una cierta manera y nos creemos que eso es lo que nosotros necesitamos y eso es lo que nos va a hacer feliz. Y, por ende, creamos nuestras vidas alrededor de algo similar. El único problema es que no tiene nada que ver con nosotros. Sólo tiene que ver con esa persona porque tiene un historial de muchas existencias que lo han llevado a lo que es ahora. Ya sea bueno para él o ella o malo para él o ella y hasta malo para los demás. Nosotros no nos podemos llevar por eso. Hablamos de malo y bueno, pero no sabemos lo que quiere decir. Lo bueno nos edifica y nos hace crecer, lo malo nos destruye. Lo bueno para cada ser humano es lo que va con su vida, lo que le toca hacer en el espacio y el momento en que está. Lo malo es lo que no armoniza con los pasos que debería de estar dando. Y eso se debe a que está entretenido.  Muy frecuentemente uno se distrae con algo que, en realidad, no tenía nada que ver consigo. Ése es el peligro del plano terrenal, que distrae. Porque hay muchas personas haciendo muchas cosas diferentes y lo difícil es encontrar lo que tiene que hacer uno en medio de todo ese caos. Para lograr eso, uno tiene que ir muy profundamente hacia su interior, quitarse todo lo que le distrae y comenzar a vivir muy internamente bajo una constante auto observación. Por favor pónganle mucha atención a esto, porque llegará el día que no van a tener quien se los recuerde - 

Ahora vamos al encabezado: Uno tiene que “des – identificarse” para volverse a identificar. Tal y como  uno se desintoxica para poder continuar alimentándose. En sí, en eso es en lo que está basado el psicoanálisis. La única diferencia es  que mediante el psicoanálisis no se puede llegar a las profundidades que se puede llegar a través de la práctica de la meditación y la mirada interior. Para comenzar, mediante el psicoanálisis no podemos llegar a saber por qué existimos. Sólo podemos aprender qué es lo que nos disturba en el plano mental y emocional si es que se trata de algo experimentado en esta vida, pero no a lo largo de nuestra existencia. Esa es la causa o razón del por qué se practica la regresión. Sin embargo, la regresión no es necesaria en la gran mayoría de los casos debido a que nosotros traemos una memoria en nuestro inconsciente que nos va llevando a actuar de una cierta manera. Además, todas las circunstancias que nos rodean al nacer, al entrar en este mundo, están en  perfecta armonía con nuestra trayectoria y el estado de consciencia en que nos encontramos. No tenemos que recordar qué hacer, porque lo vamos a hacer de todos modos, ni por dónde ir porque el camino ya está trazado. La regresión se hace solamente en casos muy aislados cuando un ser se ha alejado tanto de su realidad que es necesario volverlo a ubicar. Pero ese ser también tiene que estar abierto a ello, lo que no es nada fácil.  Por lo tanto, en toda la realidad, aunque la regresión esté considerada una ciencia muy efectiva, son muy pocas las veces en la que se puede usar con efectividad.

La regresión no es algo a lo que fácilmente tenemos acceso. Si fuera comúnmente necesaria lo tendríamos. La regresión nos puede liberar de un hecho o una situación pasada y nos  puede explicar algo de lo que nos  está sucediendo ahora, pero nuestra existencia en  este mundo ya está trazada para que esto suceda aunque no estemos conscientes de ello.  Es por eso que nada más se usa en casos muy extremos, cuando existe un estado emocional tan complejo que no permite que el flujo de nuestra memoria cósmica nos lleve por la vía natural del entendimiento en nuestro inconsciente, mismo que nos lleva precisamente a las situaciones idóneas para nuestro crecimiento, ya sea de una forma consciente, o inconscientemente.   Es por eso que es preferible seguir el proceso natural con el que fuimos creados. La mejor manera de lograr que ése proceso se desarrolle es a través de nuestro consciente. Estando nuestro consciente claro, podemos profundizarnos al subconsciente, sin ni siquiera darnos cuenta que lo estamos haciendo. Una vez que nuestro subconsciente esté lo suficientemente activado, el consciente va a actuar a la par con él. Entonces comenzamos a vivir en un flujo armónico sin vernos obligados a tener que analizar nuestras acciones. Esto nos va creando una paz interior que no se alcanza de ninguna otra forma más que mediante la inexplicablemente desarrollada convicción. Es sólo mediante el silencio interno que se puede uno ir enterando del proceso por el que va pasando. Y el silencio interno se alcanza solamente mediante la meditación, la  reflexión y la oración. No existe ningún otro camino. Mediante estados en los que uno está en blanco, sin buscar y sin reaccionar a lo que encuentra, el conocimiento se va reflejando y eventualmente brotando sin que estemos conscientes de ello. Nuestros hábitos, nuestros gustos, nuestros sentimientos van tomando otra forma en nosotros. Esto a veces es rechazado por nuestra mente porque no coordina con lo que estamos acostumbrados a ver, a sentir y a aceptar mediante el razonamiento propio. Por lo tanto nos cuesta trabajo actuar de acuerdo con ese conocimiento porque sobrepasa nuestro discernimiento y nos es muy difícil actuar sin discernir, especialmente cuando no existe la fe. Ésa es la razón por la cual tenemos que ir pasando por un proceso de des-identificación. Esto quiere decir lo siguiente:  

Mediante la ciencia sabemos que uno reacciona a algo porque le representa o lo asocia con alguna otra cosa. Por eso pueden diferentes seres humanos reaccionar de diferente manera a la misma situación. Si la reacción fuese real, como sería el dolor de una quemadura, todos reaccionaríamos de la misma manera. Pero como a lo que estamos reaccionando es algo que asociamos con otra experiencia, que quizás ni esté ya en nuestro consciente, unos vamos a reaccionar de una manera y otros de otra. Los sueños son las manifestaciones de nuestras experiencias y reacciones que pasan ante nosotros como una pantalla cinematográfica. Y por supuesto, nos van a causar que sintamos y experimentemos los que ellos están representando. Lo que ellos están representando está en nuestra caja mental de experimentos, acciones y reacciones. Y por supuesto que estos pueden venir del vientre de la madre o de una vida anterior. Tenemos que darnos cuenta que la capacidad de archivos que tiene nuestro cerebro es inimaginable para nosotros. No sabemos todo lo que está almacenado desde vidas anteriores. Lo que quiere decir en fin es que nosotros traemos una carga muy fuerte de impresiones que tenemos que ir despejando. Estás son las situaciones con las que nosotros consciente o inconsciente nos identificamos. No es hasta que rompemos con eso que nos identificamos a nosotros mismos de una forma diferente.

Fíjense en el tiempo que nos enfermábamos y cómo esperamos ser atendidos. Algunas personas eran muy bien atendidas en el seno de su familia cuando se enfermaban. A veces valía la pena enfermarse debido a la atención que uno recibía. Luego en el futuro pasamos por algún momento en que nos enfermamos y nadie nos hace caso, o quizás estamos solos. Algunos nos retraemos y no queremos que  nadie nos ayude, otros disfrutamos la atención  que estamos recibiendo. Para la mayoría sólo la mamá o la abuela eran las que estaban a cargo de curarlos. Cuando éstas dejaron de estar a nuestro alcance, decidimos  si ese cuidado se le pasaba a otros o si no podíamos confiar totalmente en más nadie y preferíamos pasar nuestros malestares solos. Pero, por supuesto, una visita o una atención  de alguien siempre nos vienen  bien. Aunque hay personas que prefieren alejarse cuando están enfermas y no tener a nadie a su alrededor ¿Por qué? Porque los humanos somos emocionalmente diferentes. A cualquiera le puede dar el sarampión o una gripe, pero cómo la va a pasar va a estar muy influenciado por su personalidad ¿Y qué es nuestra personalidad? Aquello de nosotros con lo que nos identificamos y está repleto de acciones y reacciones, algunas de las cuales permanecen con  nosotros para siempre, aun cuando ya no son aplicables. Es  por eso que tenemos que pasar por un proceso de des-identificación para no continuar requiriendo lo que ya no es necesario para nosotros y poder liberarnos de todo lo que fuimos creando para sentirnos a la par con la sociedad en que vivimos y al mismo tiempo mantener nuestra propia identidad como individuo.