Lección del domingo 3 de Noviembre 2006
Como dijimos hoy en la mesa del desayuno: La pregunta es “quién soy” no “qué soy” – Cuando te preguntan “a qué te dedicas” - ya sabes lo que quiere decir, nada les interesa saber quien eres, sino qué haces, porque no es mediante quien eres si no mediante lo que haces que te pueden categorizar. Eso es lo que hacemos en este mundo “categorizar”. Desde pequeños nos enseñan a “categorizar”. En inglés la pregunta es un poco diferente, en sí es peor, te dicen “What do you do for a living?” o "qué haces para vivir", queriendo decir para tu sostén. Que es una pregunta bien inoportuna y de mal gusto, pero se hace hasta en los mejores círculos.
En sí, para sobrevivir se puede hacer cualquier cosa. Siempre y cuando sepamos que “quiénes somos” no está necesariamente definido por lo que hacemos. Lo más natural es que los padres se preocupen por el desarrollo y la seguridad económica de sus hijos, pero en algunos casos, se preocupan más por eso que por su desarrollo interno y su seguridad como individuo. No se puede culpar a los padres, por supuesto, ya que es natural que queramos que nuestros hijos salgan adelante y puedan tener su futuro económico asegurado, pero existe en muchos casos otro factor. Existen padres que no tienen otra cosa que ofrecer o que no toman en consideración que la educación requiere que se desarrollen otras cualidades y se eliminen ciertas tendencias adquiridas a través de la sociedad en la que les ha tocado vivir. Un joven o una joven criado y desarrollado en un cierto ambiente, va a crecer y a vivir en la influencia de ese ambiente. Existen, por ejemplo, los que llamamos niños “popis” y está por otro lado “la chusma”. Estos son datos que todos conocemos y no es necesario que nos los expongan. Sin embargo, estamos entrando en una nueva era, un cambio total y contundente que se está manifestando cada día con más rapidez y es por eso que nosotros mismos, los que estamos sentados aquí, estamos revisando nuestro interior y observando cuáles serían las nuevas tendencias, porque los chicos de hoy no van a vivir en el mundo en que nosotros crecimos. Hay que hacer un recuento total. Ver, por ejemplo, cuáles de los valores que nos inculcaron a nosotros como necesarios en nuestra sociedad no tienen ya la misma importancia. Así como observar los cambios que han tomado lugar en la sociedad en la que nuestros hijos van a vivir. Pero como estos cambios tan radicales que han surgido en la sociedad en las últimas décadas no han sido necesariamente para un buen desarrollo, les toca a los padres estar muy al tanto para ayudar a los jóvenes a poder diferenciar cuáles aceptar o no aceptar.
Lo que estamos a punto de vivir no tiene precedente en la historia. Ha habido cambios físicos y mentales a través de los siglos de existencia del ser humano en la Tierra que han influenciado su comportamiento . Así como ha habido grandes cambios en el planeta conocidos como edades, la edad de hierro, la edad de hielo, etc. No hay motivos pensar que ya llegamos a lo máximo de nuestra evolución. Así como no hay motivos para pensar que no puede haber más cambios biológicos o geográficos. Sabemos de lugares que se hundieron, aunque no sepamos de lugares que hayan surgido. Sin embargo sí conocemos los inmensos cambios que han sucedido en el interior y en la superficie del planeta a través de los siglos ¿por qué estar tan seguros de que estos no van a continuar sucediendo? Muchos saben de los cambios climáticos que están sucediendo, pero lo que no acaban de captar es que estos cambios están sucediendo también en la conciencia del ser humano y que va a haber una gran diferencia entre los seres más evolucionados y los menos evolucionados que continuarán viviendo al mismo tiempo en este mundo. No crean, ni por un segundo, que el rechazo a ciertas costumbres que se están desarrollando en la raza humana están siendo rechazadas sólo por los ancianos de décadas anteriores. Existen muchos jóvenes que no aceptan la mentalidad cierta parte de la juventud y esta separación se va a estar haciendo más y más aparente en los años venideros. Esta nueva era que está surgiendo va a dar lugar a una diferencia muy marcada entre los diferentes estados de conciencia de los que habitan el planeta. Por lo tanto la polémica va a ser aún mayor. La pregunta que surge ahora es cuál será la mayoría, aunque todo parece indicar que va a ser la conciencia más atrasada. Quizás sea debido a eso que están naciendo criaturas que llamamos “índigos”, cuyo propósito puede muy bien ser el de contrarrestar el desequilibrio que actualmente existe entre el número de conocedores y el número de desconocedores. Es debido a esto que los seres que están despertando deben dedicarse a desarrollar un grado más elevado de consciencia, lo que requiere no dejarse debilitar por las iniquidades que están sucediendo en la Tierra y mucho menos dejarse arrastrar por ellas y ponerse a la par de las conciencias más bajas que invaden el planeta.
Practiquen la meditación, la oración, la contemplación para no desviarse y ser engañados por las falsedades con que se les está engañando en estos tiempos, pues son ustedes los que pueden hacer la diferencia. No lo hagan a través de discursos ni traten de convencer a nadie. Dejen que sea mediante sus acciones, convicciones propias y la vida que llevan, que otros se acerquen en busca de ayuda. Que sea la propia luz en ustedes lo que prenda la luz que existe en todos.